Cada vez que miro el árbol genealógico de mi familia, no puedo dejar de sentirme abrumado al contemplar el innumerable número de antepasados implicados en que yo esté hoy aquí. Sin duda han tenido que superarse infinidad de obstáculos para que cada una de esas personas pudiese ir teniendo descendencia, y está sobreviviese para que ese hilo conductor de la vida llegase hasta nuestros días. Si simplemente una sola de esas personas dentro de esa increíble cadena histórica no hubiese conocido a su pareja, o simplemente hubiese fallecido antes por cualquier razón, todo hubiese cambiado.
Cuando lo miro desde esa perspectiva, mi vida me parece un milagro. Han tenido que darse tantos miles de millones de detalles a lo largo de la historia para que yo esté aquí, que es algo que me abruma. Y no puedo evitar siempre hacer la siguiente reflexión: Si estoy aquí, tengo la obligación de desatar mi máximo potencial. He de honrar de algún modo todos los esfuerzos, vicisitudes, retos y afán de supervivencia de todas esas miles de personas que me precedieron. Mi vida tiene que tener un propósito.
Por ello, me gustaría trasladarte también a ti unas cuantas preguntas que te hagan reflexionar y que te ayuden a dar un salto de responsabilidad y estándares en tu vida:
-¿Has reflexionado alguna vez acerca de las miles y miles de personas que te han precedido en tu familia?
-¿No crees que eres un verdadero milagro? Podrían haber pasado tantas cosas a lo largo de todos esos siglos que hubiesen impedido que tú estuvieses aquí, y sin embargo, aquí estás.
-¿No crees que toda esa herencia genético-histórica bien merece que desates todo tu máximo potencial a la vida sin ningún tipo de excusas?
-¿No crees que en cierto modo estas obligado a honrar todo el esfuerzo que esas personas hicieron para llevar sus vidas hacia adelante, permitiéndote a ti hoy estar aquí?
Como te decía, cada vez que veo ese árbol genealógico es como si algo en mi interior despertase y me gritase…¡Tienes que hacer algo especial con tu vida! ¡Es un milagro que estés aquí! ¡Aprovecha cada instante y haz de tu vida algo extraordinario!… Para mi, el ser consciente de todo esto, supone una fuerza de motivación arrolladora.
Toma el tiempo de reflexionar sobre ese grupo de preguntas. Siéntete agraciado y bendecido por ser parte de esa cadena milagrosa que es la vida… Y no dejes pasar un instante para reclamar y poner en juego absolutamente tu máximo potencial.
¡Honra a todas esas personas que te precedieron a lo largo de la historia!
Pensar que no hemos venido con un propósito que debemos descubrir y realizar, debiera ser un pecado, si es que no lo es.
-Por los miles de millones de coincidéncias que han tenido que darse, como muy bien dices José Ma. para que haya venido a este mundo precisamente YO y no otra persona.
-Por la inmensidad de ventajas y comodidades que hoy gozamos, gracias a que millones de personas que nos han precedido realizaron su propósito.
¿Podemos ser tan desagradecidos que ni siquiera nos esforcemos a dar algo de nuestra parte, para hacer un mundo un poquito mejor? ¡No lo concibo!
GRACIAS JOSÉ Mª. Un abrazo.