«Muchas personas se limitan a contar sus días, los grandes realizadores hacen que sus días CUENTEN.» -José María Vicedo
Observa a tu alrededor toda esa cantidad de personas que simplemente se dedican a contar sus días. Cuentan los días que faltan para que llegue el fin de semana, los días que faltan para salir de vacaciones, los días que faltan para jubilarse,… Y muchas veces lo único que quieren es que esos días que faltan simplemente pasen con la mayor rapidez posible.
¡Que clase de actitud tan triste! Desperdiciar de ese modo el mayor de los regalos, la vida, es un auténtico disparate.
En lugar de contar los días, empieza a hacer que los días CUENTEN. Enfocando cada día en lo importante. Centrándote en aquellas tareas que puedan generar el mayor impacto positivo. Retándote cada día a sacar realmente el jugo a la vida. Poniendo siempre primero lo primero.
Y cuando se empieza a seguir esta filosofía de hacer que los días cuenten, se produce un efecto similar al de las ondas sobre la superficie del agua cuando lanzamos una piedra. Al principio, el efecto de un solo día especial puede parecer mínimo. Pero conforme van sumándose días y más días de esos que realmente cuentan, la perspectiva de la vida se transforma. Ya no es necesario contar los días para que llegue un momento determinado en el que nos sentiremos felices. Sino que cada instante estará repleto de esa sensación de plenitud que solo produce el hecho de saber que se está dando lo mejor de uno mismo.
Te reto a que te olvides ya de contar tus días, y comiences a hacer de verdad que tus días CUENTEN.
Vinimos al mundo sin nada, marcharemos sin nada, lo cual significa que en realidad nada es realmente nuestro para siempre, excepto cada uno de los momentos del presente, en los que vivimos permanentemente. Desperdiciar el tiempo es desperdiciar lo único que tenemos y el mejor de los regalos que Dios nos ha dado. La vida.
GRACIAS JOSÉ Ma. UN ABRAZO.