De un tiempo a esta parte hay una frase que ha marcado mi día a día. Esta frase encierra dos aspectos importantes; uno es la confirmación del proceso de cambio hacia una dinámica positiva en la vida, y el otro es la de demostración de alegría por haber seleccionado correctamente la tarea realizada.
La actividad de redacción del blog ha ido acompañada desde el inicio de otras muchas que nos han ayudado a enriquecer nuestra actitud. Algunas han sido culturales, otras meramente lúdicas… y tras acabar, siempre ha habido una frase que ha venido mi mente:
«No hubiera imaginado que hubiera tenido nada mejor que hacer que lo que he hecho hoy…»
Si formulamos este pensamiento en forma de pregunta …
¿Hubiera podido hacer algo mejor que lo que he hecho hoy?
La mera pregunta implica ya que tus primeros pasos hacia tu revolución «positiva» han comenzado porque por un lado demuestras que ya estás tomando acción, y por otro, si además te respondes honestamente que no, significa que además estás avanzando en la dirección correcta.
Entendemos que conocer las metas (lo que pretendemos conseguir) y el análisis del punto de partida (situación inicial) son dos conceptos poderosos e imprescindibles para poder emprender la acción en la dirección correcta.
Por ello, si antes de tomar acción, identificas dónde estás, visualizas tu objetivo, creas tu propio plan de acción y en cada paso que das o actividad que realices te formulas esa pregunta, no malgastarás esfuerzos ni energía, facilitando la consecución de tu meta de manera rápida y eficiente.
Si cada vez que te formules la pregunta tu respuesta es que no, verás que una agradable sensación de confort te irá invadiendo, y cada vez te resultará menos costoso realizar nuevas actividades que mejoren tu motivación para emprender acciones poderosas relacionadas con tu objetivo último.
Sin darte cuenta, habrás alcanzado tu primer objetivo y eso te motivará a proponerte otras metas y a que éstas sean cada vez más altas y ambiciosas…