¡Muchas felicidades, querido Blog! ¡Es tu primer aniversario y esto es algo que se debe celebrar con todo el entusiasmo que la ocasión merece!

A esta fiesta a la que nos invitas con tu post diario acudimos todos los tuyos en este día, tanto tus realizadores como tus lectores, pues somos las dos caras de esa misma moneda tan valiosa que te dedicas a timbrar por la red y que se llama “máximo potencial”, cargándonos con ella las pilas a todos los que tenemos la suerte de conocerte y con la que podemos comprar todo aquello que nuestros deseos suspiren con suficiente fuerza. Es la moneda que rige en los mercados de nuestra realización personal y eso, querido Blog, es mucho decir…

Para mí, que tanto agradezco el detalle a mis compañeros por permitirme realizar esta reseña aun habiendo sido el último que se atrevió a dar el salto de escribir en ti, has significado un gran paso en muchos aspectos: me has ayudado a mejorar, a querer mejorar, a enfocar en positivo, a enfocar desde mí, a liberar tensiones, a perder sonrojos, a compartir reflexiones, a poner negro sobre blanco mi compromiso con lo que representas y a visualizar la importante labor que un grupo de amigos decididos (y ya convencidos) podemos realizar por los demás al igual que has hecho conmigo. Se me ocurren más, pero no es día de extensos relatos.

Ya has conseguido decenas de miles de seguidores mensuales, has dado pie a un libro que está resultando fenomenal, tienes una presencia notable en las redes sociales, se te conoce por muchos medios de comunicación,… ¡vaya nivel! Y parece que ha pasado una barbaridad de tiempo y sólo ha sido un año. Tremendo. ¿Hasta dónde puede llegar la fuerza de un equipo de gente unida en tu objetivo común? De momento, eres una realidad tangible y de la que nos sentimos orgullosos tus redactores y satisfechos tus lectores, pues así nos lo hacen constar, pero lo verdaderamente importante es que se te ve sano, bien alimentado y… ¡con ganas de crecer!

Nuestro regalo por tu aniversario, el de los autores, es la promesa de pagarte con tu misma moneda e intentar llevarte hasta donde consideremos que tu potencialidad se merece, sin prisa, pero sin pausa, y a estar abiertos a los diversos caminos que se vayan abriendo a tu paso, que a buen seguro serán muchos. El regalo de tus otros coautores, los lectores, queda en sus manos, todo y que bien sabemos que no habría regalo mayor para ti que les hubieras servido de algo. Quizás te lo digan y te hagan un presente con su comentario, ya que todo es tan “interactivo” hoy… ¡Pídeselo!

Y en nombre de todos nosotros, de todos juntos, MUCHAS GRACIAS, querido Blog. Unas notas en tu honor:

FELIZ, FELIIIZ EN TU DIAAA, AMIGUITO QUE DIOS TE BENDIGAAAA, QUE REINE LA PAZ EN TU DIAAA Y QUE CUUUUMPLAS MUUUUCHOS MAAAAÁS…
P.D. El espíritu de Gabi, Fofó y Miliki rija siempre tus designios.

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