Así resumía el gran emperador Marco Aurelio (Roma, 121-180) algunas de las cosas QUE había aprendido en la vida y QUIÉN se lo enseñó:

De mi abuelo Vero: el buen carácter y la serenidad.
De mi progenitor: el carácter discreto y viril.
De mi madre: la generosidad y la abstención no sólo de obrar mal y el alejamiento del modo de vivir propio de los ricos.
De mi bisabuelo: el no haber frecuentado las escuelas públicas y haberme servido de buenos maestros en casa.
De Diogneto: el evitar inútiles ocupaciones;
De Rústico: la lectura con precisión, sin contentarme con unas consideraciones globales, y el no dar mi asentimiento con prontitud a los charlatanes.
De Apolonio: el ser siempre inalterable en los agudos dolores, en la pérdida de un hijo, en las enfermedades prolongadas;
De Sexto: el ejemplo de una casa gobernada patriarcalmente; el atender a los amigos con solicitud; la tolerancia con los ignorantes y con los que opinan sin reflexionar;
De Alejandro el gramático: la aversión a criticar,
De Alejandro el platónico: el no decir a alguien muchas veces y sin necesidad o escribirle por carta: “Estoy ocupado”
De Catulo: el elogio cordial a los maestros; el amor verdadero por los hijos.
De «mi hermano» Severo : el amor a la familia, a la verdad y la justicia; el optimismo y la confianza en la amistad de los amigos.
De mi padre: la mansedumbre y la firmeza serena en las decisiones profundamente examinadas. El no vanagloriarse con los honores aparentes; el amor al trabajo y la perseverancia; el estar dispuesto a escuchar a los que podían hacer una contribución útil a la comunidad.
De los dioses: el tener buenos abuelos, buenos progenitores, buena hermana, buenos maestros, buenos amigos íntimos, parientes y amigos, casi todos buenos.

No hace falta ser un todopoderoso emperador para hacer esta reflexión. Tú mismo puedes pararte un minuto a recapitular aquellas experiencias que te hicieron aprender.

Ser consciente de lo que sabes y de quien te lo enseñó, es un ejercicio apasionante y mediante el que descubrirás algunas sorpresas como, por ejemplo, que las experiencias negativas fueron las que más te enseñaron y que algunas enseñanzas provinieron de personas tóxicas. Seguro.

Merece la pena tomarte tu tiempo.

2 comentarios de “¿Qué has aprendido en la vida? ¿Y de quién?

  1. Josep Sanvisens dice:

    Si que es apasionante dedicar un tiempo a pensar en quienes son las personas de las que más hemos aprendido.
    Es un ejercicio que va ligado a agradecimiento y a ganas de corresponder, por medio de enseñar también nosotros lo que podamos a quien podamos. En mi caso, tendria que añadir una lista importante de autores de libros, a los que nunca he conocido ni conoceré personalmente y autores de páginas web, encabezadas por clubsuperación y maximipotencial.
    ¡GRACIAS!

    • Orfeo dice:

      La gran ventaja que tenemos hoy día es que nunca ha sido tan accesible el conocimiento. Los grandes prohombres de la historia han dejado sus enseñanzas por escrito y nosotros podemos echar mano de ellas en cualquier momento y desde cualquier lugar. En mi lista también incluiría a varios autores. Gracias por tu comentario, Josep.

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