Educación de Príncipe Cristiano/ Erasmo de Rotterdam/ Tecnos/ 178 páginas

En tema de liderazgo, siempre que se busca un referente clásico en la literatura se piensa en el Príncipe de Maquiavelo que, según se dice, ha inspirado a algunos de los líderes económicos y políticos más importantes de la Historia. Sin embargo, frente al líder astuto y amoral que propone esta obra, se contrapone el Príncipe Cristiano de Erasmo de Rotterdam. De hecho, “Educación del Príncipe Cristiano” fue un encargo hecho en 1.515 por el Canciller de Brabante, preceptor de Carlos V, que trata de combatir los postulados establecidos por Maquiavelo unos años antes.

El libro transmite la idea de que un buen líder debe tener principios morales, estar bien formado, no dejarse llevar por la adulación de quienes le rodean, no compararse con nadie sino con la “norma de lo honesto”. La benevolencia del grupo se consigue con una buena comunicación y mostrando siempre clemencia, afabilidad, equidad, civilidad y benignidad. La clave, como siempre, es la dedicación en cuerpo y alma a la tarea y el aprendizaje continuo. La cita es demoledora:

“Si verdaderamente dijo Homero que no el corresponde al príncipe dormir de un tirón toda la noche, pues se le ha encomendado tantos miles de hombres y tan gran volumen de negocios, decidme por favor ¿de dónde puede sacar el príncipe tiempo de ocio, de dónde días enteros para malgastarlos, cómo puede perder la mayor parte de su vida en juegos de azar, en bailes, en cacerías, en bufonadas, e incluso en otras bagatelas más frívolas todavía?”

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