Edwin Land fue un gran soñador. Parafraseando el título de una de sus biografías, fue una persona que «Insistió en lo imposible». En el año 1943, una pequeña niña preguntó a su padre por qué no era posible ver una fotografía inmediatamente después de ser tomada. Edwin Land, que era el padre de aquella niña, tomó aquel comentario como un reto y se puso a trabajar denodadamente hasta que en el año 1947 a través de su empresa la Polaroid Corporation comenzó a comercializar su cámara de revelado instantáneo que el mismo había inventado. Su invento supuso una auténtica revolución en el mundo de la fotografía y rompió una barrera de lo que hasta entonces se había considerado imposible.
Toda la filosofía de trabajo de Edwin Land puede resumirse en el siguiente texto de un discurso que dio a los empleados de su compañía. Vale la pena leer el siguiente párrafo con atención porque vas a encontrar en el una de las grandes claves para lograr cualquier proyecto que te propongas…
«Si sueñas con algo que realmente merece la pena y luego simplemente te pones a trabajar en ello sin pensar nada en el propio ego, o conflictos emocionales, o en el dinero, o en distracciones de familia… Si únicamente piensas, detalle a detalle, lo que tienes que hacer a continuación, comenzarás a ver con nitidez un maravilloso sueño, incluso si el final está muy lejos, o aunque haya que dar cinco mil pasos para lograrlo… Y si comienzas dando los primeros diez, y continuas después dando los siguientes veinte,… te resultará asombroso lo rápido que recorrerás esos cinco mil pasos.»
Que lección tan increíble de este gran soñador. Todo proyecto requiere pensar en detalle los pasos necesarios para lograrlo, y a continuación dar uno detrás de otro todos esos pasos. Cada paso genera sensación de avance, motivación,… y de este modo resulta asombroso lo rápido que terminan recorriéndose todos esos pasos necesarios.