Existe una poderosa dinámica que puede ayudarte a convertir cualquier revés o tropiezo que sufras en algo de lo que extraer importantes distinciones de cara a ser mucho más efectivo en el futuro. El método que voy a proponerte utilizar está basado en dar respuesta a cinco sencillas preguntas.
Cuando creas que has fracasado en algo, pregúntate:
¿Por qué ha sucedido esto?
¿Qué podría haber hecho de manera diferente?
¿Cómo puedo hacerlo mejor la próxima vez?
¿Qué cambios debería hacer en mis estrategias?
¿Qué puedo hacer para mejorar mi planificación y preparación?
Es bien importante que sepamos superar rápidamente nuestros tropiezos y no dejar que supongan para nosotros un lastre. Pero es igualmente importante asegurarnos que extraemos lecciones de ellos para que no se vuelvan a repetir. La lista de preguntas anterior es una buena fórmula para extraer el máximo provecho de esos fracasos ayudándonos a su vez a enfocarnos en positivo.
Este simple ejercicio de reflexión maximizara las posibilidades de que esos errores no vuelvan a repetirse, y además te permitirá descubrir impagables lecciones que te serán muy útiles a la hora de atacar futuros proyectos. Es una forma maravillosa de purgar esos malos resultados y canalizarlos en positivo enfocándote precisamente en descubrir de que modo podría haberse desarrollado todo de una manera más efectiva y con mayor éxito.
En definitiva es una manera increíble de dejar atrás lo negativo y comenzar a construir en positivo.
¡Pruébalo! Te garantizo que te sorprenderán los resultados.
Ya es sabido que en USA, se valora muy positivamente haber tenido algún tipo de fracaso en autoempresa o autoempleo, ellos opinan que cuando alguien a perdido activos financieros propios en algún proyecto , han ganado activos «olisticos» en las papilas olfativas, o lo que es lo mismo, se adquiere un olfato del carajo, o la capacidad de oler una buena oportunidad a kilómetros de distancia, ja, ja, gracias amigo arquitectooooooooooooooolllllllllll.
¡Que importante es hacerse preguntas poderosas! Has elegido cinco preguntas que nos alejan del «pobre de mi» porqué he fracasado y nos enfocan a «que he aprendido» y «que puedo hacer ahora» con lo que he aprendido.
GRACIAS JOSÉ Ma.
Así es, Josep. Cuando lo enfocamos correctamente, cualquier resultado no deseado es una oportunidad fantástica de mejorar, aprender y crecer. Incluso iría más allá: en muchas ocasiones es en esos fracasos donde se encuentran las semillas de muchos éxitos futuros. Con la actitud adecuada, esos momentos son en muchas ocasiones los revulsivos que necesitamos para transformarnos en mucho más de lo que somos.
¡Muchas gracias por el comentario!