Cuando hablamos de motivación, casi siempre nos centramos en los objetivos que nos movilizan a tomar acción, bien externos, bien internos, que son los verdaderamente potentes, pero cabría destacar al motor del propio movimiento en sí como otra fuente de motivación extraordinaria: la fuerza de voluntad.

El saber que poseemos una fuerza tan poderosa nos debe alimentar cuantas pretensiones tuviéremos y si no, animarnos sobremanera a imaginarlas y a disponernos a ir a por ellas, pues es la base de la acción y sabemos, de sobra, que sin ésta nada sale adelante. Es decir, la primera de las evidencias que nos debería motivar siempre es que disponemos, de entrada, del arma más necesaria para hacer frente a cualquier objetivo.

Pero esa voluntad de acción cabe ser entrenada y mejorada constantemente hasta que sea una verdadera fuerza imparable. Cada día se nos presentan mil razones para dejar de hacer una tarea de las que nos hubiéremos previsto realizar, pero es ahí donde la voluntad, que es la facultad implícita a la intencionalidad de nuestros actos, a la capacidad de ordenarlos hacia un fin concreto, si se mantiene firme cobra fortaleza y dirige nuestras energías hacia lo que perseguíamos, hasta lograr el éxito.

Y se entrena de una manera muy sencilla: programándola y cumpliendo con la agenda que te marques. Y se hace poderosa de un modo igualmente sencillo: consiguiendo pequeños logros que te demuestren que el control de la situación está en ti, en tu pensar y en tu querer conseguir las cosas. Cuando vas cargando la mochila con esos “mini éxitos”, te empiezas a ver listo y preparado para otras metas más ambiciosas, pero en llegando a ese punto, eres un dominador de tu voluntad y un incipiente experto de la superación personal.

Te animamos, por tanto, a que reflexiones sobre este don que el ser humano disfruta y a que lo conviertas, por sí mismo, en una plataforma para tu motivación sin fin, que sepas en cada segundo que si no haces lo que quieres es, simplemente, porque no quieres. Así de claro y de duro de aceptar, según sea la situación. ¡Ponte las pilas, pues, y deja las excusas de lado, que si educas tu capacidad de dirigir tus propios pasos alcanzarás todo lo que te propongas!

Lógicamente, contemplamos desde esta atarazana de la positividad que es nuestro blog Máximo Potencial sólo la posibilidad de usar la fuerza de voluntad para caminos provechosos y de gozo continuo, ya que bien pudiera malinterpretarse todo este razonamiento para potenciar el disfrute momentáneo y sin trascendencia alguna, que estando fenomenal cuando toca, no es el caso que nos ocupa.

¡Ánimo!

0 comentarios de “La fuerza de voluntad : Una motivación extraordinaria

  1. Josep Sanvisens dice:

    Si. La fuerza de voluntad es imprescindible y puede entrenarse, igual que la fuerza de los músculos en un gimnasio. El método que propones José Manuel, de programar y cumplir lo programado, és excelente y tener un registro diario del cumplimiento de nuestro programa, refuerza el concepto de «yo siempre hago lo que me propongo». Darse un premio a uno mismo periódicamente, también es de gran ayuda.
    GRACIAS POR ESCRIBIR

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