Existen una serie de sencillos ejercicios que pueden ayudarte a descubrir tu misión en la vida. Con su ayuda, podrás empezar a clarificar de manera importante tu enfoque. Veámoslos:
1.-Hazte algunos planteamientos y preguntas de calidad.
Completa de manera intuitiva y rápida las siguientes frases:
-Pierdo la noción del tiempo cuando estoy haciendo…
-Me siento inspirado cuando…
-Me siento realmente vivo cuando…
-Cuando era niño lo que más me apasionaba era…
-Si supiese que es imposible fracasar, ¿qué haría?…
-Incluso sabiendo que hay muchas opciones de fracasar, ¿en que estaría encantado de invertir mi tiempo?…
2.-Crea una visión ideal de ti mismo en el futuro.
Una de las características fundamentales que nos diferencia a los seres humanos del resto de la creación es precisamente nuestra capacidad de imaginar. Podemos anticipar y crear en nuestra mente algo que todavía no es real como si ya lo fuese. Y esa es una herramienta increíblemente poderosa. Dedica unos minutos a crear una visualización lo más vívida posible de cómo sería tu estilo de vida ideal .Trata de que incluya tantos detalles como te sea posible y de que intervengan todos los sentidos: que verás, oirás y sentirás una vez que esos sueños se hayan hecho realidad. Descubrirás que es algo tremendamente inspirador.
3.-Escribe tu última carta.
Imagina que hoy fuese tu último día de vida y ya no pudieses hablar con nadie.
Pero vas a tener la oportunidad de escribir una última carta que será entregada a aquellas personas que tu elijas. Sitúate en situación y escribe esa carta. ¿Qué lamentarías no haber intentado? ¿Qué sueños te arrepentirías de no haber perseguido? ¿Qué cosas te hubiese gustado hacer de manera diferente?… Es una forma magnífica de ir descubriendo antes de que sea demasiado tarde cuál quieres que sea tu legado.
4.-Descubre las emociones que quieres experimentar plenamente en tu vida.
Los seres humanos en realidad no perseguimos objetivos, lo que perseguimos son las emociones asociadas al logro de esos objetivos. Así, por ejemplo, una persona que tenga como objetivo alcanzar la independencia económica no querrá lograrlo por el mero hecho de acumular una serie papelitos a los que llamamos dinero, sino que lo hará por lo que ese dinero a nivel emocional representa para él: seguridad para su familia, posibilidad de variedad y opciones en su vida, etc… Así pues, piensa por un instante en cuales son las emociones que quieres experimentar de manera habitual en tu vida. Porque tus objetivos y misión habrán de estar alineados precisamente con el logro de esas emociones. No cometas el error que cometen muchos de perseguir objetivos determinados porque se los vende la publicidad, porque es lo correctamente aceptado o porque le vienen impuestos por sus padres o entorno.
5.-Pide consejo sobre tus fortalezas a quienes de verdad te conocen.
En mucha ocasiones viene bien una opinión sincera sobre como nos ven desde fuera personas que realmente nos conozcan y con las que tengamos una relación de confianza plena. Pueden aportar mucha luz para ayudarnos a entender cuáles son nuestras verdaderas fortalezas. A veces estamos tan inmersos en una determinada dinámica vital, que dejamos por el camino gran parte de nuestras potencialidades. Nunca es tarde para redescubrirlas y comenzar a ponerlas en valor.
Excelente,me ayudó mucho a aclarar mis dudas.
Pingback: Cornerstone Draft - El Remedio es