Hace unos días mi padre hizo llegar a mis manos un libro que él había leído hace tiempo y me pidió que leyera atentamente.
Otro libro de «recetas mágicas» pensé… pero algo me hizo prever que esta vez se trataba de algo distinto y más especial.
La verdad es que desde el principio me sorprendió profundamente descubrir que muchas de las ideas que mi padre me había transmitido durante muchos años provenían de ese libro (y digo muchas porque se trata de casi el libro entero), por lo que el significado de lo que descubrí al pasar cada página lo convirtió en algo realmente especial:
Por un lado descubrí por qué algo que para mí no había sido tan importante ( yo ya había leído y estudiado mucho en la universidad… ) y sí lo había sido para mi padre cobró sentido inmediatamente. Mi padre y su «debes leer muuuucho..»
Pero por otro lado me sorprendió aún más la «modestia» por su parte de «desnudarse» ante mi y mostrarme elegantemente que muchas de las ideas que me había transmitido y con las que los dos comulgamos profundamente no eran «suyas»
Tal ejercicio de humildad y de generosidad me maravilló y que ese libro cayera en mis manos consiguió que además de confesarle una gratitud enorme me enseñara desde entonces a distinguir entre «el profesor que transmite… y , el maestro que realmente enseña».
Más allá de la calidad de los contenidos del libro, lo que me sorprendió realmente es la calidad humana y la generosidad que transmite el padre que observante y silenciosamente da respuesta por escrito a todas las situaciones que preocupan a su hijo en su entorno laboral.
El haber «recibido» los conocimientos de ese libro durante tantos años me hace considerarlo como el libro que mi padre habría escrito para mi.
Como hijo agradecido y como padre sorprendido, quisiera imaginar cuán mejores hijos, padres, jefes, maridos… seríamos si todo padre escribiera un libro así para sus hijos.
Estoy convencido que si lo escribiéramos sería un legado conmovedor y un gran recuerdo para nuestros hijos.
Con este post y de manera pública pongo en negro sobre blanco mis intenciones de hacerlo y como no puede ser de otra manera, os invito a que vosotros también lo hagáis y disfrutéis entre otras cosas de su texto que incluye frases para padres e hijos.
Disfruto tu estilo de escritura y realmente disfruto este sitio web.
hay que valorar a los padres
los padres no son para siempre hay que valorarlos
Gracias Modesto, por compartir y por invitarnos a poner en práctica esta idea tan fenomenal, basada en el amor.
Josep, es un placer. El compartir la experiencia es una forma de gratitud.
Imaginar que alguien pueda sentir la misma magia que tuve yo al leer el libro sólo por compartir la idea me llena de satisfacción
Ciertamente me parece estupendo, si tuviese hijos seguramente me gustaría poder compartir éstas experiencias llegado el momento.
Una gran acción que puede hacer ver como «los grandes» también tienen sus fuentes de inspiración.
Saludos
Por un lado, ya sabes como se arregla eso de los hijos…
Por otro, imagina el valor que tendría para ti tener por escrito las ideas y convicciones con las que te educaste en casa y poder releerlas cuando quisieras y compartirlas con tus hijos el día de mañana.
Impresiona.