Aquí están, han llegado. ¡Son vacaciones! Es momento de descansar y recargar energías.

Sí, pero ¿dónde? Tras varios meses de duro trabajo, tenemos que decidir: ¿dónde podré descansar mejor?

Muchas personas buscan la orilla del mar, donde la aliviadora brisa y el cadente ritmo de las olas tiene un efecto tremendamente relajante sobre nuestro organismo. Otros, prefieren la apacible soledad del campo, donde los sonidos de la naturaleza parecen música celestial para nuestros oídos.

Sin embargo, poca gente conoce que hay una tercera opción. Se trata de un maravilloso lugar donde pasar las vacaciones: tu interior.

La época estival es un buen momento para disfrutar de un fantástico retiro dentro de nosotros mismos. Se trata de hacer aquellas cosas que te conectan contigo mismo y con el mundo en el que vives.

Pararte, meditar, pensar en la razón de ser de todo lo que haces durante el resto del año. Analizarte. Conocer tu carácter. Lo bueno y lo malo. Tus virtudes y tus carencias. Trazar un plan para potenciar aquéllas y para suplir éstas. Descubrir por qué actúas de una manera determinada en cada situación, en el trabajo, en casa. ¿Se debe a tu educación? ¿a alguna experiencia pasada?. ¡Pensar! Sí, pensar sobre nosotros mismos y sobre todo lo que nos rodea.

Las herramientas ya las sabes: libros, vídeos, blogs que hablen sobre ese apasionante viaje hacia adentro.

Igual que una casa no es un hogar, unas vacaciones no son un descanso si no hacemos cosas que de verdad nos hagan descansar. Y si de verdad buscas relajarte y recargar pilas durante este verano, busca dentro de ti. En ninguna otra parte podrás descansar mejor, pues no hay lugar en el mundo más apacible y tranquilo que tu propia intimidad. Allí es donde reside tu espíritu.

(*) Fotografía : Chi King (Flickr)

4 comentarios de “¡Vacaciones! ¿mar? ¿montaña?…¿o tu interior?

  1. Orfeo dice:

    Así es, Josep. Y como tú creo que indicas, lo ideal es que ambas formas de descanso (interno y externo) sean compatibles.

  2. HoyMotivacion dice:

    Lo ideal sería poder repartir el tiempo entre las personas a las que queremos y nosotros mismos. Durante los meses de trabajo la mayor parte de nosotros dejamos de lado demasiadas cosas importantes de lado, casi siempre de nuestro interior. Yo ahora mismo estoy buscando ese equilibrio. Es posible.
    un saludo y enhorabuena por la web.

    • Orfeo dice:

      Gracias. Sí, efectivamente, encontrar ese punto de equilibrio es lo ideal. La balanza suele estar desequilibrada en perjuicio de nosotros mismos. Un buen sistema para corregirlo es poner en una lista todas las cosas que hacemos en un mes (trabajar, estar con amigos, ir de compras, ver la tv, etc.) y en otra lista, las que nos gustaría hacer (leer, hacer deporte, aprender un idioma, etc.).
      De lo que se trataría es de intentar sustituir algunas de las cosas “sustituibles” de la primera lista, por alguna de la segunda. Poco a poco se pueden ir introduciendo algunas actividades que nos beneficien a nosotros mismos.

  3. Josep Sanvisens dice:

    Asociamos vacaciones a hacer solo lo que nos plazca y parece que lo idóneo sea viajar o cambiar de ambiente habitual, para conseguir lo que llamamos romper la rutina. No me parece nada mal, pero creo que el entorno exterior solo puede ayudarnos en un bajo porcentaje a descansar, a renovarnos o a disfrutar, que son objetivos de las vaciones. La parte principal del éxito es estas vacaciones en nuestro interior que has descrito muy bién Orfeo. Allí es donde realmente podremos gozar y el ambiente externo, en todo caso, nos será un complemento favorable.
    GRACIAS POR ESCRIBIR

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