Una rutina de siete minutos para lograr un gran enfoque

¿Qué ventajas tiene desarrollar un buen enfoque?

Con la cantidad de estímulos que todos recibimos a lo largo del día, una de las cosas más complicadas es ser capaz de enfocar con intensidad en aquellas tareas verdaderamente importantes para el avance en nuestros proyectos.

La dispersión es el camino más rápido hacia la falta de resultados. Mucha personas caen en el falso espejismo de no parar de hacer cosas durante todo el día, pensando que ese no parar es equivalente a lograr un montón de resultados. Nada más lejos de la realidad. El mero hecho de tener todo nuestro tiempo ocupado no significa ni mucho menos que seamos productivos y efectivos. Es la capacidad de enfoque en lo importante la que marca la verdadera diferencia.

Es la capacidad de enfoque en lo importante la que marca la verdadera diferencia.

Por tanto, si hay una habilidad de productividad personal crítica, esta es sin duda la capacidad de enfocar en aquello que es realmente relevante e importante para lograr avance significativo en nuestros proyectos. Ser capaz de ello, supone una diferencia descomunal en la cantidad y calidad de resultados que vas a ser capaz de generar. Y lo mejor de todo es que conseguir ese enfoque no es algo complicado. Simplemente es necearía una pequeña rutina que te permita enfocar rápidamente en lo que es verdaderamente importante, y a continuación actuar en consecuencia.

Veamos a continuación una sencilla técnica de 5 pasos para lograr un gran enfoque en lo importante en tan solo 7 minutos:

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Relájate por un instante. Haz dos o tres inspiraciones profundas, tratando a la vez de dejar la mente en blanco. Deja por un instante a un lado las preocupaciones, deja de culparte por cosas, y toma la decisión de atacar el día con coraje. (1 minuto)

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Coge tu agenda y algo con lo que escribir. Revisa tu lista de tareas para hoy, añade lo que sea necesario y a continuación marca claramente aquellas que son realmente importantes para avanzar en tus proyectos. (3 minutos)

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Enfoca mentalmente por un instante en esas tareas importantes, imaginando en tu mente que ya las has completado y experimenta en tu imaginación las emociones que te produce el haberlas completado. (1 minuto)

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Una vez has focalizado en esas tareas, llega el momento de asignar momentos específicos y concretos de tu tiempo para realizarlas. En ese instante, cuando cada tarea tiene el compromiso por nuestra parte de un bloque concreto de tiempo para atacarla, es cuando estamos maximizando las posibilidades de que se hará. (2 minutos)

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A partir de ese instante ya queda simplemente el reto de tomar acción. Empezar a hacer que las cosas sucedan. La gran diferencia entre quienes simplemente desean y quienes quieren hacer de su vida algo extraordinario, reside precisamente ahí: en ser capaces de cruzar la línea de los que simplemente piensan a los que actúan de manera inteligente focalizando en lo que es verdaderamente importante.

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Te invito a que comiences a utilizar esta simple rutina de siete minutos y juzgues tu mismo por los resultados. ¡Te sorprenderán!

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