Así resumía el gran emperador Marco Aurelio (Roma, 121-180) algunas de las cosas QUE había aprendido en la vida y QUIÉN se lo enseñó: «De mi abuelo Vero: el buen carácter y la serenidad. De mi progenitor: el carácter discreto y viril. De mi madre: la generosidad y la abstención no sólo de obrar mal…