El otro día, durante un café muy agradable, un antiguo compañero de colegio me esgrimía que consideraba tan “orteguianas” las circunstancias que nos rodean como las influencias que recibimos. Alguien podría objetar que son lo mismo, pero el grado de intención personal es diferente en ambos casos, pues si las circunstancias en general nos sobrevienen…