Noche atípica de Agosto con tormenta incesante de rayos y truenos. La noche dibuja un maravilloso espectáculo perfectamente sincronizado de luces y sonido inquietante para los niños y seguro que también para algún que otro mayor.
Me levanto de la cama con la intención de medir lo que está aconteciendo y de repente una idea llega a mi mente y todo cambia… En lugar de inquietarme con cada rayo cayendo aleatoriamente en un sitio y con el ruido de cada trueno me planteo:
¿Y si cada rayo representara una idea y el ruido del trueno lo buena que era esa idea?
Lejos de asustarme, comienzo a disfrutar plenamente del espectáculo y reflexiono:
“Mañana tengo que salir junto a mis amigos a la búsqueda de dónde cayeron todas esas ideas para convertirlas en proyectos e ideas para nuestro blog”
Por un lado me encantó la idea y por otro lado las sensaciones que cada relámpago y trueno me transmitieron desde ese momento… ¡Cuanta más luz y más ruido más disfrutaba!
Adivino entonces un sencillísimo método para convertir el desasosiego de los mayores y los llantos de los niños por culpa de las tormentas nocturnas en entradas de primera fila para un juego-espectáculo de luces, sonido, magia e ilusión que permiten a cada espectador personalizar el significado de cada trueno y relámpago y transformar así la noche de truenos en una placentera noche de sueños.
Desde entonces, para mí, la noche se convierte de repente en una especie “de noche de Reyes” cargada de “regalos de inspiración”
Me vuelvo a la cama con mis 41 años y sin que la tormenta me preocupe lo más mínimo, pero al despertar, mi ilusión es la misma que sentía cada mañana de 6 de Enero cuando era niño.
Os recomiendo, dedicar 5 minutos, sobre todo a los que tengáis niños, a identificar el juego que os-les plantearéis la próxima noche de tormenta y a que compartáis con nosotros después la experiencia a modo de comentario más abajo.
Seguro que partir de ahora las noches de truenos se convierten en una experiencia placentera e inolvidable que sustituirá los miedos y llantos por emoción, ilusión y sueños.
(*) Foto : Zuzkins (Flickr)
Modesto. Me has recordado que todas las cosas son neutras en si mismas. Somos nosotros los que las calificamos con etiquetas de buenas, malas, peligrosas, etc. Sacaste la etiqueta de inquietante a una noche de tormenta para colocarle la de espectáculo de ilusión. ¡Bravo! ¡Felicidades! Mil gracias por compartir esta experiéncia aleccionadora.