Desde mi punto de vista existe un importante obstáculo en el modo en que muchas personas enfocan su proceso de desarrollo personal en cualquier área.
Suelen partir de la suposición de que hay algo “roto” o equivocado que necesita ser arreglado. Y aunque por supuesto es posible que existan cosas que necesiten ser arregladas o transformadas, no es precisamente ese el enfoque más efectivo, ya que con esta opción toda la atención se centra en el problema que hay que resolver, en lugar de en la VISION de lo que te gustaría que fuese tu vida una vez se haya solucionado el problema.
Y esto entra en relación directa con una de las leyes naturales de la naturaleza humana que es más básica: La ley de la ATRACCION. Esta ley viene a decir que atraemos a nuestra vida aquello que está en sintonía con nuestros pensamientos o sentimientos dominantes.
Si tu enfoque de desarrollo personal está basado en buscar una solución a tu problema, y tus sentimientos están basados en lo terrible y frustrante que es ese problema, la ley de la atracción te está diciendo que con esa actitud lo que realmente estas consiguiendo es atraer hacia ti más de ese problema.
Pero si eliges el otro enfoque, si te aproximas a tu desarrollo personal con sentimientos positivos en relación a lo que sabes que será tu vida una vez incorpores esas mejoras, si visualizas tu éxito en esa tarea de desarrollo y crecimiento, la ley de la atracción trabajará para ti acercándote precisamente a esos resultados.
Se que esto para muchas personas puede sonar raro o “místico”. Nada más lejos de la realidad. Hoy ya es una realidad científicamente comprobada que nuestro patrón de pensamiento afecta a numerosas facetas de nuestra vida, incluyendo nuestra salud, nivel de energía, calidad de relaciones, etc… Nunca olvides que más allá de nuestra fisiología, a nivel molecular somos básicamente energía. Y esa energía es afectada fundamentalmente por el patrón de pensamiento que elegimos.
Todos los grandes realizadores utilizan consciente o inconscientemente esta ley de la atracción, para hacer realidad la visión que tienen a través de sus objetivos.
Ten siempre presente que en esencia todos somos “imanes” vivientes, y nos guste o no, terminamos atrayendo aquellos acontecimientos, personas o situaciones que están en sintonía con nuestros pensamientos dominantes.
Así pues, no pases demasiado tiempo regodeándote en tus problemas, dedica todo ese tiempo a pensar en tu visión de cómo deseas que sea tu vida una vez los hayas superado.
Eso marcará toda la diferencia.
Parto de la base de que la ley de la atracción es tan natural como, por ejemplo, la ley de la gravedad y funciona siempre, queramos o no. Si no funciona a favor nuestro es porqué nosotros, que somos energia y vibramos, no lo hacemos con la misma frecuéncia de aquello que queremos, que a su vez también es energia y también vibra.
Dicho de otro modo, no atraemos lo que queremos, atraemos lo que creemos con convicción y nos involucramos emocionalmente con ello.
Es un placer encontrarnos en este Blog. GRACIAS POR ESCRIBIR
Josep, sin duda la Ley de la Atracción juega un papel tremendamente importante en la vida de cualquier persona. Lamentablemente en muchas ocasiones, una gran mayoría de personas que no terminan de conseguir los resultados que desean en sus vidas, no son conscientes de que su mayor «enemigo» para lograr todo eso que quieren es precisamente su propio patrón de pensamiento. Realmente somos como imanes vivientes. A través de nuestro patrón de pensamiento, maximizamos las posibilidades de atraer a nuestra vida todo aquello que está en sintonía con ese enfoque mental.
Por tanto, no deja de sorprenderme el encontrar a innumerables personas que se pasan la mayor parte de su día pensando en negativo y pretenden conseguir grandes resultados o sentirse simplemente bien. Constantemente se están quejando, poniendo excusas, pensando en todo lo que les falta o en sus carencias,… De ese modo es imposible. Pero un simple cambio en el enfoque mental hacia lo positivo puede cambiarlo todo instantáneamente. Por que al final todo depende básicamente de nuestra actitud y como decidamos interpretar todo lo que nos sucede. Y ahí siempre podemos tener si así lo queremos el control absoluto. La diferencia en resultados puede ser tan grande que bien merece el esfuerzo que sea necesario.
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