Las 3 formas fundamentales para darle sentido y reconocimiento a la vida

«La vida de toda persona es una sucesión de oportunidades únicas para alcanzar un sentido» – Viktor Frankl

 Todos seguro que en algún momento de nuestra vida nos hemos preguntado: ¿Por qué y para qué vivo? ¿Qué hacer para que mi tiempo de vida merezca la pena? ¿Adonde voy?…

Preguntas sin duda de una importancia tremenda, que muchas veces nos abruman…

Reflexionando sobre estas preguntas, y después de vivir una experiencia vital como prisionero en un campo de concentración durante la segunda guerra mundial que hubiese destrozado a cualquiera, el psiquiatra Viktor Frankl se dedicó en cuerpo y alma a tratar de aportar algo de luz en estas cuestiones que se repetían con frecuencia en las consultas de sus pacientes.

Frankl, fruto de su observación determinó tres formas fundamentales de dar sentido a la existencia:

1.-A través de lo que aportamos al mundo como creación: nuestros hijos, trabajo, actividad artística, tareas de contribución…¡Hay infinidad de formas en las que podemos aportar al mundo lo mejor de nuestro potencial!

2.-Todo lo que puede enriquecernos a nivel personal en términos de relaciones, amistades y experiencias.

3.-Descubriendo nuestras capacidades al enfrentarnos a los retos que la vida nos presenta, desarrollando nuestra fortaleza para responder a esas situaciones y sobrevivir.

Te invito a que reflexiones sobre estas tres poderosas claves. Y lo que es más importante, te animo a que tomes el tiempo para formularte y responder una serie de preguntas clarificadoras tremendamente importantes:

¿Qué estoy creando que aporte sentido a mi vida?
¿Qué cosas nuevas podría crear para aportar mayor sentido a mi vida?

¿Qué actividades desarrollo que dan sentido a mi vida?
¿Qué nuevas actividades podría desarrollar para aportar mayor sentido a mi vida?

¿Qué clase de proyectos son los que dan sentido a mi vida?
¿Qué clase de nuevos proyectos podría desarrollar para aportar mayor sentido a mi vida?

Preguntas sin duda fundamentales para gozar de claridad de dirección y enfoque a la hora de utilizar el mayor de nuestros recursos: nuestro tiempo de vida.