Si crees que vas a escaparte, será porque no me conoces… Hoy, querido día, me vienen a la cabeza muchas y nuevas formas de disfrutarte, así que no huyas y afronta mi ímpetu sin doblegarte.
Por cada día nuevo, nuestra mente diseña una red de posiciones que producen un mapa diferente cada jornada. Marca puntos de obligaciones, de compromisos, de soluciones, de iniciativas, de peticiones,…todo un universo de puntos que durante el día conforman un enorme dibujo al unirse, diferente al del día anterior y que no volverá a repetirse nunca.
Solucionar ese jeroglífico cotidiano exige de uno mismo intentar caminos nuevos a cada momento y acabar entrelazando desarrollo vital y creatividad de la manera más mundana, sin apenas darnos cuenta. Pero os invito a celebrarlo de manera consciente, a que disfrutéis con cada una de las sorprendentes reacciones que os regalaréis en cada recoveco a lo largo del día de hoy.
Daos el gustazo de comprobar que vuestros mecanismos de reacción están al cien por cien preparados para dar respuesta, que no os quedáis inmóviles nunca físicamente, pues cuando parece que no se mueven nuestras extremidades, el cerebro no para de seguir produciendo ideas. ¡Sí, ideas! ¡Qué maravilla!
Cuando este ejercicio tan sano os haya dado provecho y felicidad durante unos días, planteaos la posibilidad de qué cascabeles queréis ponerle al gato y, en las seis vidas siguientes que os queden a partir de hoy, colocar entre los puntos de ese gran diagrama diario algunos que os relacionen con los sueños y, lógicamente, comprobaréis que vuestra mente continuará resolviendo el enigma con más soluciones, con más ideas.
Cada día. Cada día. Cada día.
Es emocionante pensar que cada dia es como una hoja de papel en blanco, que se empieza a escribir al levantarnos y se termina por la noche al acostarnos, que lo que escribimos depende totalmente de nosotros y que la hoja más bonita de nuestra vida es la que aun no hemos escrito.
GRACIAS POR ESCRIBIR