Ryan Hreljac tenía 6 años cuando decidió hacer que el agua fuera accesible para toda la gente del mundo. Hoy, ha reunido millones de dólares y ha realizado mas de 120 proyectos en 9 países. “Solo soy un niño normal», afirma Ryan cuando le preguntas sobre sus éxitos.

Cuando Ryan Hreljac de 6 años se enteró que muchos niños en África no tienen agua limpia para beber, decidió hacer algo para ayudar. Ryan, de una población pequeña cerca de Ottawa en Canadá, escuchaba mientras su maestra explicaba que $70 proporcionaría un pozo y estaba determinado a reunir el dinero. Esa noche le dijo a sus padres que necesitaba $70. Su madre, Susan, le dijo que podría hacer quehaceres extras por la casa. Ryan aspiró, lavó las ventanas y con mucha determinación, trabajó pacientemente y ahorró cada dólar dentro de una lata vieja de galletas. Ahorró dinero desde enero de 1998 hasta fines de abril para juntar los $70.

Susan lo llevó a la oficina de Watercan para entregar la donación. La directora ejecutiva Nicole Bosley explicó que $70 solo compraría una bomba de mano. Para perforar un pozo se necesitaría $2000. A lo que Ryan contestó, “Tendré que hacer mas quehaceres entonces.»

Nicole le dijo que la Agencia de Desarrollo Internacional de Canadá (Canadian Internacional Development Agency) contribuiría la misma cantidad que Watercan, es decir que Ryan solo necesitaba reunir $700. Siguió trabajando y colectó donaciones de la escuela, los amigos y la familia. Cuando había reunido los $700, Watercan lo invitó a conocer a Gizaw Shibru, el director para Uganda en los Médicos Canadienses para Ayuda y Alivio, quien perforaba y mantenía los pozos. Shibru le preguntó a Ryan que eligiera el sitio para su pozo. Ryan contestó que lo quería cercano a una escuela y eligió precisamente a Angolo en el norte de Uganda, un pueblo cuya fuente de agua más cercana quedaba a 5 kilómetros. Angolo también había sufrido durante trece años de violencia, varios años de sequía y tenía que combatir contra el SIDA, tifoidea y enfermedades transmitidas a través del agua. 1 de cada 5 niños moría antes de cumplir los cinco años.
Al hablar con Gizaw Shirbru, Ryan descubrió que el pozo se perforaría a mano. Los pozos podrían ser perforados más rápido con el uso de un taladro móvil al precio de $25,000, consecuentemente aumentando la cantidad de agua potable mucho mas rápido de lo que era posible actualmente. Ryan ahora tenía una nueva meta. “Quiero que todos en África tengan agua limpia», declaró.

Susan se dedicó ayudar a Ryan con su nuevo reto. El periódico The Ottawa Citizen publicó un artículo sobre el proyecto de Ryan que generó interés. Una estación de televisión se interesó en la situación y después vinieron varios artículos en diferentes periódicos. Cheques comenzaron a llegar. La maestra de Ryan puso una regadera de lata en la clase para recaudar las donaciones y Ryan vendió agua embotellada para reunir dinero.

La maestra de Ryan inició correspondencia de cartas entre los niños en Angolo y los niños de su escuela. El amigo de correspondencia de Ryan le escribió:

Querido Ryan, me llamo Akana Jimmy. Tengo 8 años. Me gusta el fútbol. Nuestra casa está hecha de hierba. ¿Como es en los EEUU? Tu amigo, Akana Jimmy.

Ryan contestó con:
Querido Jimmy, Debe ser fantástico tener una casa hecha de hierba. Tengo 8 años. ¿Bebes agua de mi pozo todos los días? ¿Cual es tu materia preferida en la escuela? Iré a Uganda cuando tenga 12 años. Mi casa está hecha de ladrillos. Escríbeme pronto. Tu amigo Ryan.

Ryan no tuvo que esperar tanto tiempo para su visita a Uganda. Un vecino impresionado con la dedicación de Ryan donó millas de una aerolínea a la familia. El periódico Ottawa Citizen hizo una petición para más millas y Watercan también contribuyó. En julio del 2000 Ryan y sus padres llegaron a Angolo. Ryan miró a su alrededor con asombro cuando vio a 5,000 niños en fila por la calle que iban a la escuela y gritaban, “¡Ryan, Ryan, Ryan?!»
“¡Saben mi nombre!? dijo asombrado. “Todos los que viven a 100 kilómetros saben tu nombre, Ryan» dijo Shibru.

Llegaron al pozo al lado del jardín. En la superficie del pozo había una inscripción: “El Pozo de Ryan, formado por Ryan Hreljac para la comunidad de la escuela primario de Angolo». El amigo de Ryan lo llevó a cortar la cinta y comenzaron las celebraciones.

La recaudación de fondos inicial de Ryan de $70 ha crecido a millones de dólares a través de la Fundación de Ryan’s Well, que proporciona agua limpia y servicios de salud a la gente de África con proyectos en Nigeria, Tanzania, Malawi y Etiopia, incluso Uganda. Con su ejemplo, la fundación espera inspirar a los líderes presentes y futuros del mundo para realizar su propia visión de mejorar el mundo.

Hoy, con 18 años, Ryan lidera su fundación Ryan´s Well que ha ayudado a casi un millón de personas en África a mejorar significativamente sus condiciones de vida.

0 comentarios de “El niño que quitó la sed a casi un millón de africanos.

  1. Josep Sanvisens dice:

    ¡Que gran lección!
    Ryan se puso en acción sin pensar si podria, si su sueño era una fantasia o no lo era, simplemente se puso en acción para ir tras lo que su corazón le pedia.
    Coincido con Mer, me siento egoista.
    GRACIAS POR DIVULGAR ESTA HISTORIA.

  2. Mer dice:

    Que Dios te bendiga, despues de leer tu historia siento pena,
    me siento egoista ya que con poco se hace mucho, solo hay que desidirce

Deja un comentario