Con este artículo celebro el medio centenar de escritos que aporto al blog. No he encontrado mejor tema y ejemplo de lo que me gustaría para los siguientes… ¡quinientos! que compartir la lección del famoso coche deportivo alemán, toda una leyenda en el mundo del motor.
Nació poderoso. Su irrupción fue sensacional en el mercado del automóvil en los primeros años sesenta, llevando hasta el usuario que tenía el privilegio de poder poseerlo todas las emociones que una bólido de competición era capaz de trasladar al asfalto fuera de los circuitos.
Marcó un antes y un después en la industria del automóvil gracias no sólo a sus inconfundibles diseño y estilo, sino a su disposición del motor para la tracción trasera, una apuesta técnica que revolucionó el concepto de coche deportivo y que le permitía un disfrute extraordinario a la conducción ordinaria.
Cincuenta años después, el modelo 911 sigue siendo reconocible a primera vista, mantiene su aura intacta y ha evolucionado increíblemente, adaptándose a todas las mejoras que la tecnología del motor ha ido generando en cinco décadas. Sí, queridos lectores, tras tanto tiempo hoy ha duplicado su potencia original y consume la mitad, ha pasado de un interior espartano y casi de competición a un habitáculo pleno de detalles tecnológicos y de confort, ha incorporado a su forma todos los logros que la geometría de los túneles de viento sugieren, pero sigue siendo la misma “bestia” 50 años después y se ha mantenido en el podio de los coches de su segmento invariablemente.
A esta capacidad le voy a denominar “Cultura Porsche”. Detrás de ese logro increíble existe una tenacidad y un trabajo persistente y consistente que ha convertido una gran idea en un ideal, constatando el compromiso de la firma por hacer perenne el espíritu de ese automóvil y generando un sinfín de seguidores y coleccionistas que han elevado un coche a la categoría de mito. ¡Y un mito viviente!
Personalmente, espero estar a la altura de un proyecto como el de Máximo Potencial durante muchísimo tiempo, sin duda un modelo fuera de serie en la gama de la Superación Personal y Profesional del que me enorgullece participar y que me satisface plenamente haberlo iniciado, pues también ha nacido con una gran idea detrás que lo hace excepcional.
Y cuando no sea capaz de aportar, podéis apostar a que el espíritu estará ya en manos de otros que seguirán haciendo legendario este concepto, porque si algo hay en este grupo de forma consciente y que os intentamos trasladar, queridos lectores, es… ¡Cultura Porsche!
En este caso puedo opinar desde el punto de vista del usuario de vuestro Porsche. Desde que encontré Club Superación, hace muchos años que me he beneficiado sin parar, tanto a nivel profesional como personal. Me revolucionó en la conducción de mi vida, como Posche revolucionó la conducción de automóviles, Por eso he sido y soy seguidor, coleccionista y fan sumamente agradecido a vosotros y a vuestro proyecto. Como Porsche habeis evolucionado com Máximo Potencial, como Porsche soys y sereis siempre un mito para un gran montón de seguidores.
¡GRACIAS! ¡ADELANTE CON VUESTRA CULTURA PORSCHE!!
¡Me alegro una barbaridad, Josep! En este caso tuyo tan relacionado con la historia del post, entenderás a la perfección el mensaje. Gracias a ti por acompañarnos y…¡a rodar!