La vida, una película de aventuras

¿Qué es, si no, vivir?

La opción de dejar la vida pasar, de observar el movimiento de las agujas del reloj sin inmutarse, auto inmolándonos en una falta de pasión inhumana… ¡no es la mía! No es la que promueve MÁXIMO POTENCIAL, por supuesto. No es nada.

La substancia de la vida no es el tiempo, como se suele creer, sino lo que hacemos con él.

Aventura procede del latín advenire, que significa llegar, suceder, es decir, lo que llega y sucede. ¿Alguien puede imaginar una vida sin sucesos aceptados, dejando que todo lo que llega hasta nosotros… no suceda? Yo no, yo quiero toda mi vida contar el tiempo entre sucesos, como decía Einstein, y preferiblemente entre sucesos emocionantes; con riesgo, de acuerdo, pero con más vida dentro, con más tiempo (¡del que cuenta!), con más satisfacción, con más yo, en definitiva. Eso es la aventura.

Porque además, la “a-ventura” puede leerse de este otro modo y la ventura es la felicidad y la suerte, nada menos.

¿Quién no tiene la ventura de viajar en sueños o ha dejado su libre caminar en manos de la buena ventura? El que no lo haya hecho no tiene espíritu aventurero y sin esa característica, el tiempo devora nuestra substancia y no al revés, damas y caballeros.

Hace con éste cien artículos mi aportación a los contenidos del blog. ¿Quién de mis otros yos me susurraba cuando dormía pegado al reloj que jamás escribiría un libro? Seguro que uno de los que adolece de vida, y quería celebrarlo con mi yo verdadero porque es una de las cosas más importantes que estoy haciendo en el último año y medio y ha ayudado a que mi vida sea, hoy, como una película de aventuras.

¡Heeeeyyyyy, Silver! ¡Sigamos cabalgando!