¿Por qué leer y escribir cada día?

Por ti. Tú eres la razón por la que necesito leer y escribir cada día.

¡Así de rotundo! No concibo una mejor dedicación de tu tiempo libre (en el mejor sentido de la palabra, es decir, el tiempo que tú dominas y que se resuelve en ti mismo). Todo y, repito, todo lo que obtienes con el leer un rato a diario y con el de escribir otro son beneficios para ti. Y creo que nadie te querrá más que tú mismo si te cuidas así de bien y te vas dando cuenta de los resultados.

El tema es sencillo a pesar de que no esté lo suficientemente extendido en una sociedad que demanda información rápida y de un modo pasivo constantemente, algo de lo que no podemos escapar nadie, pero se hace necesario extender las virtudes implícitas en ello para apoyar algo tan sublime: con la lectura recibes y con la escritura donas, asumir para crear, las dos caras de una misma moneda que ejercitan la consciencia como si de un deporte se tratara, no sólo la individual, nuestro mayor tesoro y nuestro ser real, sino que permite ahondar en la colectiva.

Se mire por donde se mire, es una actividad suma en el ser humano, que si bien se distingue del resto de seres por el hecho de tenerla, no es más cierto que dicha conciencia es posible por el maravilloso hecho de ser capaces de contarla, de poder explicarla con el lenguaje, y que la lengua escrita es la posibilidad eterna de conocer miles y miles de esas conciencias al leer (de entre las mejores y más entrenadas, ¡seguro!), así como la posibilidad de escribir solidifica nuestros pensamientos y le dotan al raciocinio o a las emociones de un lienzo de letras en el que ser expuestos ante uno y ante el universo.

Creo que no hay elección mejor. No tardes en arrancar o no ceses de hacerlo.

Y una última sugerencia: no escribas más que leas, por favor. El que no se prepara mucho, no está en condiciones de producir bien en el común de los casos, algo que por evidente suele pasarse por alto y se lanza la gente a escribir sin mucho bagaje que le sustente, por lo que suele ser inconsistente y superficial su resultado (pero muchísimo mejor hacerlo así que no hacerlo, ¿vale?).

Digo esto por cuanto… ¿creéis que uno puede sudar mucho si no ha bebido antes? Sin agua el cuerpo se colapsa y sin lectura el ejercicio de escribir también. ¡Habrá que “hidratrarlee”!, ja, ja,…, y por eso estamos hablando de algo básico donde tú estás en el centro del debate, al menos en el mundo de la superación: me atrevería a decir que no leer es no regarte, no alimentar la semilla de crecimiento personal que eres, por seguir con el símil del agua. Lee y escribe por ti. Así de rotundo.