En busca de patrón

Existen tres formas de entender esta sentencia: buscando una persona que mande, que dirija una nave, por ejemplo, buscando a alguien que sea el jefe supremo de una gran finca o empresa, en ambos casos con sentido protector, como el Santo patrón de cada lugar, o, por último, intentando localizar un modelo a seguir, bien en moda o diseño, bien como trama de desarrollo de cualquier iniciativa.

Creo que el sistema en que nos desarrollamos tiende a que pensemos de las dos primeras formas, cuando es sólo en la última donde se encuentra el camino de la superación personal.

Me explicaré: el liderato pasivo, el que no comporta movimiento para sus destinatarios, en el fondo es una operación de fortaleza constante del propio líder; es magnífico que haya gente con esa capacidad, con la de crear grandes empresas, generar propiedades inmensas o, por qué no, importantes movimientos sociales, partidos políticos incluidos, pero si tienden las acciones que se desarrollen en ellos hacia un beneficio único como leit motiv, aunque consiga logros de mejora general, la sociedad resultante es dependiente y no se alinea con sus verdaderas posibilidades, pues descansa su capacidad individual en la del líder, en la del Patrón, y entonces el ser humano está inmerso en una dejadez de sus funciones, de su responsabilidad.

Por contra, cuando el liderazgo se ofrece con el ejemplo, cuando se convierte en un patrón que poder usar en primera persona, aquél que consigue emprender aventuras de ese calado, de las que influyan en los demás de manera determinante, es decir, que les determine a la acción, ese líder con patrón será querido, no sólo respetado u obedecido, pues no hará avanzar a la gente por un camino, sino que les estará enseñando a andar. El resultado es y sería de una riqueza maravillosa, mucho más heterogénea que en la actualidad, pero sobretodo tendríamos una sociedad de individuos realizados, felices, con el control de sus actos y no predeterminados por unas cuantas líneas de acción.

Creo que tengo razón, que la tenemos todos; en la red está la red: ¡salta! En Máximo Potencial preferimos esta segunda opción, pues sin duda alguna, tú eres tu Patrón y aquí encontrarás las herramientas necesarias para confeccionarte tu patrón.