Muchos pasamos por algún momento en el que consideramos que no merece la pena continuar tras alguna meta que nos hayamos trazado. Y no debe descartarse que sea posible, en algunos casos, que el cejar sea la mejor respuesta, pero antes de llegar a dicho punto, quizás habría que repensar los siguientes razonamientos que os sugiero:

a.-Valora todo lo realizado hasta la fecha.
Haz que entre en tu mente y en tu corazón el peso positivo de todo el esfuerzo empleado. Inclinará la balanza mayoritariamente hacia el lado de proseguir en el empeño. Será un empujón para superar el decaimiento o la desesperanza si te ha llenado personalmente lo hecho.

b.-Repasa los principios fundacionales.
Es muy probable que el esfuerzo diario nos haga olvidar los porqués que nos llevaron a tomar una decisión u otra. Es más necesario en fechas menos gloriosas, recordar la ilusión que se escondía en nuestras reflexiones, qué motivación había detrás y ponderarlas. Casi con toda probabilidad, la fuerza motriz nos asista de nuevo y todo empiece a despejarse si la razón inicial fue poderosa y realmente querida.

c.-Visualiza un estado de éxito.
A veces, cuando la promesa que procede implícitamente de toda dedicación parece no cumplirse, y nos da la sensación de que las fuerzas nos abandonan, recrearse unos minutos en la vívida experiencia mental de la situación en que nos encontraríamos si todo llegase a buen puerto, reanima el espíritu y se recobra la energía necesaria porque la dirección es la correcta y sólo resta remar.

d.-Contrapón otros proyectos.
Curiosamente, otra herramienta relevante a la hora de aclarar preferencias y que suele motivarnos a continuar por las líneas trazadas es la comparación con las alternativas. Salvo que dejar la perseverancia proceda del hastío, poner tus metas en comparación con otras posibles arrojará luz a tus deseos internos y, casi con certeza, se volverán a iluminar con mucha potencia los originales, aquellos que te marcaste si fuiste sincero.

e.-Entronca con el sentido vital.
Por último, también decir que existen ocasiones en las que algunos de los objetivos perseguidos forman parte de un programa de vida de orden superior. Merece la pena, entonces, volver a meditar sobre ello y entender que la tarea o la meta en cuestión se encuentran en un global enriquecedor que supera con creces la desidia o la desazón puntual, ya que la meta real es de índole superior, tiene un sentido que nos gratifica y que nos repone en su andadura.

Confío en que este pentágono os pueda servir para no caer en el abandono del camino hacia vuestras metas.

2 comentarios de “5 consejos para evitar el abandono en el camino hacia tus metas

  1. Josep Sanvisens dice:

    Que aparezcan dificultades cuando perseguimos objetivos, es normal.
    Que ante las dificultades pensemos en abandonar, también es normal.
    Lo importante es no caer en la tentación de hacerlo, no tirar la toalla. Poner en práctica estos cinco consejos puede sernos una excelente ayuda.
    GRACIAS JOSE MANUEL

  2. Ricardo dice:

    Buen articulo aquí!

    Es genial estar positivo en este mundo. Soy psicóloga especializada en adicciones, depresión y desarrollo personal y he visto que mucha gente que visualiza su meta y tiene una constante necesidad de cambiar su calidad de vida lo hacen. Yo encuentro eso mismo visualizando y practicando mis metas a traves de afirmaciones positivas, escribiendo mis metas y poner les fechas!

    ¡ Gracias!

    Psic. Ricardo

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