• Paz
  • Amor
  • Propósito
  • Tranquilidad

Paz para con uno mismo y con los demás. Se consigue con honestidad y sinceridad.

Amor para sentirse uno mismo y a los demás. Viene de serie, se descubre y se consigue mantener con los dos mismos ingredientes: honestidad y sinceridad.

Propósito para saber quién es uno y para qué les sirves a los demás. Soñar y trabajar es el proceso para conseguirlo.

Tranquilidad para ser uno mismo y respetar a los demás. Trabajar (si es posible en tus sueños) y hacer rentable (o que te compense) ese esfuerzo lo suficientemente es el proceso para conseguirlo.

Mi intención al hablar de “Partenón” es un tema de proporciones, tan maravillosamente estudiadas y tratadas en la cultura griega de la que procedemos. Si nos fijamos, paz tiene tres letras y amor cuatro, así como propósito tres veces tres letras y tranquilidad tres veces cuatro.

Si me remonto a ellos es porque creo que arroja luz casi siempre la proporcionalidad de las cosas, incluso cuando el enfrentamiento es dimensionalmente perturbador y, en este caso, advierto que es tres veces más grande (o mejor dicho, tres veces más visible…) el esfuerzo humano por conseguir propósito y tranquilidad en su representación léxica. Es un tema de perspectiva, ya que las cuatro columnas tienen la misma altura, en realidad. Bueno, a mí me gusta imaginarlo así. Quizás por deformación de mi formación…

¡EUREKA!

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