Si existe un objetivo ultimo común a todos los seres humanos, sin ninguna duda ese objetivo es que todos deseamos sentirnos felices. Si reflexionas un poco sobre ello, el fin de cualquier objetivo que te hayas propuesto en la vida o de cualquiera de los que te propondrás en el futuro es bien claro: proporcionarte esa sensación maravillosa a la que llamamos felicidad.
Y solemos pensar que la felicidad nos espera precisamente tras el logro de esos objetivos, o en el mejor de los casos en ese disfrute que generamos mientras avanzamos hacia los mismos. Pero seguro que en alguna ocasión has experimentado la sensación de no sentirte feliz a pesar de haber logrado un objetivo, o a pesar de estar dando lo mejor de ti mientras avanzas hacia él. Cuando esto sucede, en muchas ocasiones nos sentimos como “descolocados” porque no entendemos la razón de no conseguir sentir esa felicidad. Parece como si nos faltara algún elemento de la “receta” para ser feliz. Si te fijas, es una dinámica de estar centrado en ti, en conseguir o avanzar hacia lo que tú quieres.
Pero la realidad es que si existe una gran clave que te sitúa de inmediato en la via directa hacia la felicidad. ¿Y sabes cuál es?…
Pasar el enfoque de ti a los demás.
La mayor felicidad viene de DAR, no de recibir.
Cuando te enfocas en dar lo mejor de ti en cada instante, en hacer la vida de los demás mejor, en repartir tus dones a manos llenas a tu alrededor… es inevitable empezar a sentirte la persona más feliz del mundo.
No lo olvides nunca:
Miles de velas pueden ser encendidas de una simple vela, y la vida de esa vela no se ve acortada por ello.La felicidad nunca disminuye por mucho que se comparta.
Ahí tienes el gran “secreto”:
Cuando das, quien recibe el mayor premio eres tú. Dar es una autopista directa hacia la felicidad.
Si nos fijamos en los grandes realizadores, veremos que dedican todo su esfuerzo y su pasión en hacer algo que mejore en algun aspecto la vida de los demás. És después de dar esta mejora, que les llega para ellos el reconocimiento, el dinero, la fama, o simplemente el bienestar personal y la paz interior.
¡GRACIAS JOSÉ MARIA! Un abrazo.
Así es, Josep. Las personas más realizadas que conozco tiene en común una única característica: dan lo mejor de ellas mismas de manera constante, sin medida, poniendo todo su potencial en juego…. Y generalmente nunca tienen el punto de enfoque en lo que quieren conseguir, sino simplemente «fluyen» desatando su mejor versión, porque saben que las recompensas siempre terminan llegando.
Muchas gracias por el comentario y un fuerte abrazo!!