¿Cuál ha sido el momento de mayor silencio de tu vida? ¿Cuál es el valor del silencio?
No es fácil responder a esta pregunta, pues vivimos rodeados de ruido. Siempre, en cualquier lugar por muy aislado que esté, hay ruido.
De hecho, al responder a la pregunta, seguramente has pensado en un momento concreto de tu vida, en un determinado lugar en el que estuviste, en el que apenas había ruido: el campo, una montaña, la playa, el interior de una iglesia…Pero si lo piensas, en todos ellos había algún ruido, aunque fuera un ruido provocado por la Naturaleza como el viento o las olas del mar.
El silencio es el mejor sitio para ser tú mismo. Allí, aislado de cualquier sonido, es cuando te despojas de la coraza que te protege de los demás o de ti mismo, de tu propia apariencia, de la imagen que siempre quieres transmitir. Cuando estás con alguien siempre tratas de mostrar tu mejor cara, de responder a las mejores expectativas de tu interlocutor. Y entre palabra y palabra, corres el riesgo de dejar de ser tú mismo.
Escuchar el silencio es la mejor manera de encontrarte contigo mismo, con tus virtudes y defectos. Disfrutar el silencio es el paso previo para reconocerte y empezar a hablarte sinceramente.
Aprender a disfrutar del silencio no es tarea fácil. Puede que tu mente no esté preparada para ello y surja algún temor, como el miedo a sentirte solo. Es lógico. Tu mente se ha acostumbrado a evitar el silencio, tapándolo con ruido constante, de cualquier tipo.
Por eso el desafío de buscar el silencio no es fácil; pero si se descubre y se sabe disfrutar, la recompensa es inmensa.
El poder del silencio un espacio donde el otro piensa. Me apropie esta fase del libro
Humorweaning.
Siento que en el silencio nos encontramos con nuestra esencia. y escuchamos con profundidad.
Así es, Olga. Quizás entonces la pregunta sería ¿por qué nos gusta tan poco estar solos? ¿a qué le tememos?
¿Puede que hayamos entendido mal el concepto de socialización para transformarlo en el de ocio como valor supremo? Hace algún tiempo hablábamos de esto en el blog::
http://maximopotencial.com/2012/09/11/el-ocio-como-refugio/
Gracias por escribir
Totalmente de acuerdo, Olga. Entonces la pregunta sería, ¿por qué tememos tanto al silencio?
¿Se trata de una manera de huir? ¿De qué?
Al hilo de esto, hace poco hablábamos en el blog del ocio mal entendido, como refugio:
http://maximopotencial.com/2012/09/11/el-ocio-como-refugio/
Gracias por escribir.
Muchas gracias Manuel por compartir este post, que todo tiene que ver con el Coaching, tal como yo lo veo. Coaching es un espacio de silencio donde el otro piensa.
Un gran abrazo…
Gracias a ti, Freddy, por tus amables palabras. Efectivamente, lo que hoy se conoce como coaching (aunque a nosotros no nos guste demasiado el término) es una invitación a la reflexión, a la introspección, al autoanálisis. Y para ello es básico es silencio.
Otro abrazo para ti.
Me ha encantado tu reflexión, querido compañero. Además, estoy totalmente de acuerdo.
Quisiera añadir, por llevar el post a mi terreno, una frase de un gran arquitecto portugués, que considero mi maestro, y que creo que es prolongable a muchas áreas de la actividad humana:
«La arquitectura se ha olvidado del silencio…», es decir, se encuentra a sí misma? Es posible que se mueva entre ruido mediático y se tienda a lo que no es esencial? Al menos, el ultimo Pritzker es un canto a la esperanza.
Buena aportación, compañero. La arquitectura no escapa del resto de disciplinas de la vida. El espectáculo de lo visual parece sustituir a veces a lo esencial.
Somos cuerpo, mente y espíritu, tener conciéncia de nuestro cuerpo es fácil y nuestra mente esta permanentemente ocupada por pensamientos.
En el silencio podemos relajar el cuerpo, aquietar la mente y conectar con nuestro ser en el ahora. Si lo logramos, ni que sea por unos instantes, habremos vivido en nuestra mas pura esencia.
GRACIAS ORFEO.
Gran comentario, Josep. Pura esencia Eckhart Tolle. El silencio es imprescindible para ese viaje interior hacia lo mejor de nosotros mismos, hacia el centro de gravedad de la revolución interior. Gracias.