Una de mis citas favoritas, y que sin duda recoge de una manera magistral un principio fundamental de la superación personal en unas pocas líneas es la siguiente:
«Hasta que uno se compromete, hay duda, la posibilidad de volverse atrás. Pero en lo concerniente a todos los actos de iniciativa y creación existe una verdad elemental, cuya ignorancia mata innumerables ideas y espléndidos planes: que en el momento que uno se compromete, también la Providencia empieza a moverse. Todo tipo de ayuda que nunca hubiera aparecido, surge ahora ante uno.
Toda una corriente de sucesos fluye de la decisión, atrayendo a nuestro favor todo tipo de nuevas situaciones, encuentros y ayudas materiales que nadie hubiera podido soñar que llegarían. Todo lo que puedas hacer o sueñes hacer, comiénzalo. La audacia conlleva en si misma genio, poder y magia.»—Johann Wolfgang von Goethe
Sin ninguna duda, es sólo a través de un verdadero compromiso cuando comienza a desatarse en toda su intensidad el increíble poder de la ley de la atracción. Es a través de esa firmeza de propósito cuando parece que el universo se alinea a nuestro favor y comienzan a surgir las oportunidades, los encuentros, las situaciones, las ideas y un sin fin de «ayudas» que nos permitirán avanzar con determinación hacia nuestros sueños y objetivos.
El compromiso es la llave que desata todo ese torrente de atracción porque te sitúa en un estado mental en el que lo estás dando todo por tus sueños y objetivos. Y desde ese estado de plenitud y entrega absoluta, cuando estás poniendo tu mayor y mejor esfuerzo en algo, estas maximizando tus opciones de «sintonizar» con todo lo que se halla en sintonía con ese patrón de pensamiento que mantienes. Donde antes veías obstáculos, ahora comienzas a ver simples oportunidades de mejora y cambio para vencer esos retos. Donde antes veías faltas y carencias, ahora ves oportunidades de forjar relaciones que suplan esas carencias. Donde antes sólo veías dudas, ahora comenzarás a ver certezas basadas precisamente en ese compromiso firme con tu acción determinada.
Adopta un compromiso firme con todos esos sueños que de verdad te importan y que harían que sintieses que tu vida ha sido bien invertida.
¡Sé audaz!
Y a partir de ese instante, verás qué ciertas eran las palabras de Goethe:
«La audacia conlleva en sí misma genio, poder y magia».
Y hoy me pones este post, justo el día de mi decimotercer aniversario de boda y que habla, nada más y nada menos, que de compromiso, congruencia y objetivos… Hablas de plenitud, entrega y sintonizar …
? Qué decir? Estoy completamente de acuerdo con el contenido del post y más hoy.
Estoy totalmente convencido que la ley de atracción funciona siempre. Cuando no obtenemos lo que deseamos es porqué en el fondo no sintonizamos con ello, ya sea por tener dudas, un flaco deseo, poca disciplina en la acción etc. ¿Que obtenemos? ¡Pobres resultados! No puede ser de otro modo. La ley de atracción ya ha funcionado, no nos ha dado lo que queríamos, nos ha dado lo que creíamos de verdad.
Un compromiso firme, es deseo, decisión y disciplina de acción firme. No contempla otra posibilidad que no sea el resultado deseado. Entonces se produce la corriente de sucesos a nuestro favor que menciona Goethe.
Excelente la idea que nos das José Ma.: Adopta un compromiso firme con tu sueño «con tu QUE». Empieza con AUDACIA y aparecerá «el COMO»
GRACIAS.
Josep, has hecho un magnífico resumen de la esencia de mi artículo.
Existe una diferencia tremenda entre una simple intención y un firme COMPROMISO… Y esa diferencia trasluce básicamente en nuestra actitud. Desde el compromiso emitimos congruencia absoluta con nuestros objetivos. Y esa congruencia es lo que termina convirtiéndose en el motor de toda una serie oportunidades, encuentros, situaciones, recursos generados,etc… que nos hacen avanzar en la dirección de nuestro objetivo.
¡Muchas gracias por el comentario!