Tener o no tener no es lo importante. Sólo cuando utilizamos las cosas que tenemos de forma adecuada es cuando obtenemos la excelencia.
Un buen coche, una buena casa, ropas caras,…fama, popularidad, influencias,… un buen físico, una imagen cuidada,…dinero.
¿Te has preguntado alguna vez cuántas de las cosas que tienes son realmente tuyas?
En realidad, lo único que nos pertenece, lo verdaderamente importante, es el uso que hacemos de todas las cosas que tenemos. Se podría decir que lo que te hace especial no es lo que tienes; sino lo que haces con lo que tienes.
Por ejemplo, puedes comprar una magnífica edición de El Quijote e incorporarla a tu biblioteca sin más y habrás adquirido una obra excelente, pero así no alcanzarás jamás la excelencia. Sin embargo, si haces uso de sus enseñanzas, si aplicas la sabiduría centenaria que se contiene en tan universal obra, estarás un poco más cerca de esa excelencia, y por extensión, de la felicidad.
Puedes tener la mejor reputación profesional del mundo, pero si al final únicamente la utilizas en beneficio propio y no en el de los demás (a favor de un compañero de trabajo, por ejemplo), estarás haciendo un uso mediocre de esa reputación.
Tus posesiones pueden ser excelentes, pero no adquirirás la excelencia a través de su mera propiedad. Ésta dependerá del uso que hagas de aquéllas.
Piénsalo. ¿Qué uso estás haciendo de todo lo que tienes? De tu coche, de tu casa, de tus ropas,…de tu fama, de tu popularidad, de tus influencias,…de tu físico, de tu imagen,…de tu dinero.
Qué gran aportación, Josep!: «No hay beneficio a uno mismo si no beneficia a los demás». Con tu permiso, la incorporo a mi acervo personal.
Veo la clave en tu comentario Orfeo que dices, de que sirve tener (Buena reputación o lo que sea) » si al final buscas el beneficio propio y no el de los demás».
El saber, el ser, el hacer, el tener, diria que ni puede beneficiar a uno mismo si no beneficia al mismo tiempo a los demás.
GRACIAS POR ESCRIBIR