Fruto del ritmo de la vida moderna, se plantea la duda de si estamos retrasando demasiado el momento de algunos acontecimientos vitales. Últimamente se dice que los jóvenes retrasan su emancipación, su casamiento, su proyecto de familia, etc.
Al respecto, lo primero que habría que advertir es que esa duda está ocasionada, seguramente, por comparación con la generación anterior. Es cierto que los jóvenes actuales ya no suelen contraer matrimonio a los 20 ni son padres con 21, como hicieron sus padres y abuelos. Pero el hecho de que la generación anterior hiciera algo, por sí mismo no significa que eso fuera mejor.
En realidad, la cuestión a dilucidar sería ¿existe una edad ideal para casarse y tener hijos?
Por arrojar un poco de luz al debate, es interesante acudir a la Edad Antigua y ver lo que decían los grandes sabios clásicos al respecto.
En su obra “Las Leyes”, Platón establecía que la edad ideal para casarse era “entre los 25 y 35 para un varón” y “entre los 16 y los 20 para una mujer”.
Por su parte, Aristóteles en “Política” propone como edad ideal para casarse los 37 para los hombres y 18 para las mujeres.
Por último, Hesíodo, en “Trabajos y días” fijaba esta edad en 30 para un hombre y 18 para la mujer.
Por lo que respecta a la edad para procrear, Platón recomendaba que la mujer “empiece a darle hijos a la ciudad a los veinte años y acabe a los cuarenta”; mientras que el hombre “debe engendrar hijos desde los veinticinco hasta los cincuenta y cinco”.
Si nos atenemos a estos criterios, podemos comprobar que lo que está sucediendo hoy día no es tan descabellado. Y ello dejando a salvo, claro está, la edad de casamiento que estos sabios proponían para las mujeres, seguramente motivada por la escasa esperanza de vida de la
mujer hace 2.500 años (poco más de 40 años).