Siendo niño, Albert Einstein ingresó en la escuela Luitpold Gymnasium, donde era uno más de los mil alumnos que cursaban estudios básicos. El colegio tenía fama de estricto y su sistema de enseñanza era mecánico y aburrido, con poco espacio para la creatividad.
Desde el primer momento, el joven Einstein mostró ser un alumno especial. Eran constantes sus preguntas en clase a los profesores, quienes en ocasiones no sabían la respuesta.
Jamás aquel niño encontró su motivación para el estudio en esa escuela. El punto culminante de su paso por este centro fue cuando su profesor de griego le dijo delante del resto de alumnos, que “jamás llegaría a nada en la vida”
El ejemplo de Einstein nos puede servir. No siempre aquello que nos rodea nos favorece. No siempre el entorno nos ayuda y las personas que tenemos cerca confían en nosotros. Sin embargo, eso no significa que sea imposible desarrollar todo nuestro potencial. En todo caso, esas circunstancias adversas pueden dificultar las cosas, hacer que todo sea un poco más complicado. Pero nada más.
Cuando la voluntad por conseguir objetivos es férrea y constante, nada ni nadie se interpone. Esa fue la mayor virtud que tuvo Einstein: su voluntad. Es cierto que también tenía unas facultades innatas que los profesores de aquella escuela jamás detectaron. Nadie se acuerda hoy de ellos y sí de su insigne alumno. Pero lo que hizo que aquel muchacho se convirtiese en genio fue su actitud, su capacidad por pasar por encima de las circunstancias.
En este artículo hemos visto la historia de superación personal de Albert Einstein, y cómo a pesar de las nulas esperanzas que los demás tenían depositadas en él, acabó siendo todo un genio. Una vez más se cumple aquello de que «querer es poder«.
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de acuerdo
Muy interesante Orfeo.
Personalmente me he visto paralizado por comentarios desfavorables, se que es duro conseguir obviarlos y seguir. Por suerte existen evidéncias que nos alientan, de grandes personas que pasaron por la incomprensión, la crítica y la vencieron.
GRACIAS ORFEO.
…y si ellos obviaron esos comentarios y siguieron adelante, nosotros también podemos», añadiría a tu magnífico comentario, Josep. Cada uno de nosotros llevamos un genio dentro. La diferencia es que personas como Einstein supieron sacarlo fuera, dar lo mejor de ellos mismos…explotar su máximo potencial.