Imagina por un instante unas gafas que al ponértelas, te permitiesen ver exclusivamente lo bueno de cada situación que vivieses en tu vida. Esas gafas especiales omitirían lo negativo y simplemente te mostrarían y magnificarían lo positivo, mostrándotelo intensificado en todos sus matices. Sería maravilloso enfrentarse a cada una de las situaciones de nuestra vida desde esa perspectiva positiva que nos ayudaría a poner en juego nuestras mejores capacidades en lugar de dedicar una incontable cantidad de energía enfocando en lo negativo.
La vida nunca es perfecta. Todos tenemos retos y problemas que afrontar y superar, pero sin duda nuestra efectividad para lograrlo se halla muy directamente relacionada con nuestra capacidad para situarnos en nuestro mejor estado emocional a la hora de lidiar con cada uno de esos retos. Desde una perspectiva positiva, utilizando esos elementos como apoyo emocional, estamos maximizando nuestras probabilidades de manejar de manera efectiva esas situaciones.
Por eso es tan importante esa actitud selectiva de nuestro enfoque. Cada vez que tengas que enfrentarte a un reto, visualízate por un instante colocándote esas gafas de la felicidad. Colócatelas y empieza a enfocar en cada uno de los aspectos positivos de la situación, aunque sean detalles insignificantes. Lo importante es que cada uno de esos matices te sirvan como anclas para ser puntos de apoyo sobre los que comenzar a construir la solución al problema.
¿Y sabes lo mejor?… Esas gafas pueden existir si tu quieres.
Puedes hacerlas reales simplemente trabajando algo que depende únicamente de ti mismo: tu actitud. Podrás ver tanto como quieras a través de esas gafas si comienzas a construir y alimentar de manera constate una actitud mental positiva. Que no es más que trabajar la habilidad de enfocar de manera consistente en todo lo positivo. Ver oportunidades donde la mayoría ve problemas. Ver inspiración donde los demás ven opciones para abandonar. Ver potencial de mejora donde la mayoría ve fracasos y motivos para sentirse abatido.
Ponte esas gafas, y empieza a cambiar tu enfoque y mentalidad. Y cuando la mentalidad cambia en positivo, es inevitable que tu realidad también lo haga.
Tener la convicción de que cada situación que vivimos tiene algo de positivo, por adversa que sea y aplicar la imagen mental de colocarnos unas gafas especiales para descubrir y enfocarnos en esa parte positiva, puede ser un excelente método para cambiar nuestro punto de vista y nuestra percepción negativa.
Además, cuando vemos una situación negativa. ¿No será que llevamos las gafas de la infelicidad sin saberlo?
GRACIAS POR ESCRIBIR JOSÉ MARIA.
¡Gran apunte, Josep! Efectivamente, parece como que muchas personas por su tendencia a resaltar siempre todo lo negativo en cualquier situación llevan puestas unas gafas de la infelicidad. Es como el famoso dicho «Nada es verdad, nada es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira». Mi intención con el artículo es dar a entender que en innumerables ocasiones depende de nosotros como filtrar todo lo que nos sucede para interpretarlo de la manera que nos resulte más positiva y útil para avanzar en nuestra vida. Y un gran modo para conseguirlo es colocarse esas gafas de la felicidad.
¡Muchas gracias por el comentario y un abrazo!