Todos parece que mentalmente estamos más predispuestos a incorporar cambios positivos en nuestra vida en el momento que supone el final de un año y el comienzo de uno nuevo. A continuación tienes 5 sencillas resoluciones o propósitos que sin ninguna duda te ayudarán a revolucionar tus resultados en este nuevo año que se acerca:
1.-Deja de esperar que llegue el momento perfecto. Haz de ahora el momento perfecto.
Que este instante sea el momento perfecto para iniciar algo depende básicamente de tu actitud mental hacia este momento. Te garantizo que nunca existe el momento perfecto para iniciar ese proyecto soñado. Por muy perfectas que sean las condiciones, siempre faltará algo para que sean esas condiciones ideales que te has imaginado en tu mente. Cuanto antes asumas esto y te pongas en movimiento, independientemente de las condiciones, antes empezarás a cosechar grandes resultados. Existe una inercia muy poderosa que se desata cuando nos ponemos en movimiento, que hace que a pesar de esas condiciones “no perfectas” avancemos hacia nuestro sueño superando los obstáculos del camino. Pero esa inercia no se creará jamás a menos que te pongas en movimiento.
2.-Deja de hablar de todo lo que vas a hacer. Habla solo de lo que has hecho y estás haciendo.
¿Qué es más poderoso decir “voy a escribir un libro” o “he escrito un libro”? La respuesta es obvia. Demuestra al mundo que eres una persona de acción, que está en movimiento y que completa sus compromisos. Muchas personas pasan una gran parte de su tiempo hablando de todo lo que van a hacer, pero pronto quedan al descubierto cuando no terminan por rematar ninguno de sus proyectos. Una de las características principales de los grandes realizadores es que suelen hablar muy poco de lo que van a hacer,… ¡están demasiado ocupados haciéndolo!
3.-Haz del desarrollo personal una prioridad en tu vida.
Si hay algo en lo que es vital mejorar día a día es precisamente “a ti mismo”. La mejor inversión que puedes hacer en tu vida es un buen plan orientado a tu desarrollo personal. La pregunta clave a formularse al final de cada día es: ¿soy hoy mejor de lo que era ayer como ser humano? Desarrollar nuestras potencialidades en todas las áreas claves de nuestra vida es el camino más directo hacia la realización. Cuando notamos que avanzamos, nos sentimos bien. Por tanto, te invito a que diseñes un sencillo plan de mejora personal que puede incluir una rutina diaria que te haga crecer. Esta rutina puede incluir unos minutos de lectura, seguir algún curso, escuchar o ver alguna conferencia, reflexionar y escribir sobre tus experiencias,… Las posibilidades son infinitas, y descubrirás que esos minutos dedicados al desarrollo personal serán una de las mejores inversiones de tu vida.
4.-Deja de molestarte por cosas insignificantes y empieza a enfocar en cosas realmente importantes.
Muchas personas viven en un malestar continuo por cosas insignificantes que ocurren en su vida. Permiten que un amanecer nublado, un atasco de camino al trabajo, o un simple comentario negativo de alguien, les resortes todo su día. A eso yo le llamo poner el foco en las cosas insignificantes de la vida. Y lo son básicamente porque todas ellas son cosas que tú por mucho que quieras en ese momento no las puedes controlar. Tu no puedes controlar que hoy en lugar de amanecer nublado amanezca soleado, una vez inmerso en un atasco no puedes conseguir que se evapore, y por supuesto no puedes controlar lo que pasa por la mente de alguien para que te formule un comentario negativo.
Pero siempre puedes controlar lo verdaderamente importante: como interpretas estas situaciones y tu respuesta a ellas. Y enfocar ahí, en tu actitud ante la vida, supone una diferencia brutal en como te vas a sentir y en los resultados que vas a empezar a cosechar.
5.-Aprende a disfrutar de una cierta incomodidad. Los grande sueños suelen quedar fuera de nuestra zona de confort.
Piénsalo de esta manera. Si un gran sueño estuviese dentro de tu zona de comodidad, ¿no sería ya una realidad en tu vida?… Si todavía no lo has alcanzado es porque requiere un determinado esfuerzo, emprender determinadas acciones, adquirir nuevas habilidades, dedicar tiempo al estudio, etc… Vas a tener que hacer probablemente un montón de cosas que te situarán temporalmente fuera de tu zona de comodidad. Pero es así como crecemos los seres humanos. En esa labor de exigirnos un poco más, vamos expandiendo poco a poco nuestra zona de comodidad. Con la mejora de nuestra actitud y nuestras habilidades, pronto empezamos a encontrar cómodo y sencillo lo que antes nos parecía incómodo y difícil. Las cosas no han cambiado, lo único que ha cambiado es nuestra capacidad para enfrentarlas con mucha más eficacia.
Sal de tu zona de comodidad, y verás como tus resultados comienzan a multiplicarse.
Efectivamente, la llegada de un nuevo año invita a plantearse, o quizás a replantease, propósitos de mejora y objetivos a alcanzar. Tambien suele ocurrir que nuestro enemigo llamado rutina antigua acabe con los nuevos planes si la decisión no es firme y el deseo de mejora no es elevado.
Utilizar estas cinco resoluciones nos ayudará a reforzar nuestra determinación de pasar a la acción y a vencer el miedo a los cambios.
Gracias José Mª. Un abrazo.
Aprovechar el final de cada año como revulsivo para generar mejora es una fantástica estrategia si se sabe utilizar adecuadamente. Es el momento perfecto para establecer nuevos objetivos porque mentalmente es como si hiciésemos borrón y cuenta nueva dispuestos a mejorar todo aquello que creemos importante en nuestras vidas. Y al final como una de las grandes claves del éxito en la vida es ser capaz de generar inercia positiva. Y para ello, creo que estas cinco resoluciones pueden ser muy efectivas.
Muchas gracias por el comentario. Un fuerte abrazo!!