“Antes de comenzar una semana hay que terminarla primero”.

Esto que parece un juego de palabras tiene una importancia tremenda a la hora de lograr resultados extraordinarios con el uso de nuestro tiempo. Si quieres avanzar significativamente hacia tus mayores objetivos, no puedes permitirte el lujo de comenzar una semana sin un plan claro de todo lo que vas a hacer durante la misma. Los seres humanos manejamos muy bien el concepto de semana, y por ello es quizás el bloque de planificación más importante que debemos manejar. Lo que quiero transmitirte con la frase del inicio es que debes terminar mentalmente primero tu semana, para que de este modo puedas actuar con decisión en el momento que esta empiece realmente.
El proceso es muy sencillo. Simplemente busca 30 minutos al final de la semana para preparar la semana próxima. Siéntate tranquilo y evita ser molestado durante ese espacio de tiempo. Yo personalmente busco ese momento a lo largo de la tarde del domingo. El primer paso siempre es analizar lo realizado durante la semana que está a punto de terminar. Para ello, realízate y reflexiona sobre algunas preguntas:

-¿He mantenido lo importante en primer lugar?
-¿Qué metas he logrado?
-¿Qué he aprendido en el proceso?
-¿Con qué retos me enfrenté?
-¿Qué necesito mejorar o cambiar?
-Etc…

Esto te situará en una dinámica de mejora continua. A continuación céntrate durante unos instantes en recordar cuales son tus mayores sueños y objetivos. Repasa tu lista de valores y sueños y reflexiona sobre algunas preguntas:

-¿Qué es lo más importante en mi vida?
-¿Reflejan mis valores y sueños mis motivaciones más profundas?
-Las metas que me trazado, ¿me retan y me impulsan a la acción?
-¿Cuáles son las relaciones más importantes en mi vida que debo cuidar?
-Etc…

A continuación para cada área de actividad que sea importante en tu vida, plantéate la siguiente pregunta:

-¿Qué es lo más importante que podría hacer en este área esta semana para lograr el mayor impacto positivo?

Por último traslada esas metas a tu planificador a lo largo de la semana. Establece momentos específicos de tiempo en los que realizarás las tareas que tienes previstas. En definitiva, crea un plan todo lo detallado que desees para garantizarte un enfoque claro durante toda la semana. Esos 30 minutos te ayudarán a generar una mejora espectacular en los resultados que estás obteniendo. Haz la prueba. ¡Merece la pena!

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