Es normal que en algunas ocasiones en la vida sintamos que nos fallan las fuerzas y que determinados sueños y objetivos comienzan a parecernos imposibles de alcanzar. Son momentos en los que surge algún reto o las cosas no están saliendo como deberían. En esos instantes es muy fácil optar por el camino fácil del abandono ya que aparentemente no queda nada por hacer. Es en ese instante donde el verdadero triunfador hace que aparezca el recurso definitivo para el éxito: la fe. Seguro que has escuchado infinidad de veces el dicho “La fe mueve montañas”. Tener la sana sensación de que hay algo más grande que nosotros mismos, algo que nos guía en cada instante, produce la paz de espíritu necesaria para emprender grandes proyectos sin caer en los temores. La fe te ayudará a tener certidumbre de que tu sueño merece la pena y puede conseguirse. La fe te aportará el aplomo necesario para enfrentarte a los grandes retos y desafíos esperando el mejor desenlace posible. Una fe inquebrantable es el mejor apoyo y sustento en tu camino hacia el éxito.

Son innumerables las historias de éxito que citan a la fe como los cimientos que permitieron la confianza y la capacidad para desplegar los recursos necesarios para hacer que las cosas sucedan. ¿Necesitó fe Walt Disney para ver en aquel terreno pantanoso y lleno de moscas lo que hoy es Disneyland? ¿Necesitó fe Cristóbal Colón para realizar un viaje que cambiaría el curso de la historia? ¡Por supuesto que si!

Si se estudia con detenimiento la vida de muchos grandes realizadores, se observa un punto en común en la mayoría de sus historias. En algún momento de su vida tuvieron que enfrentarse a retos y obstáculos que parecían más allá de su capacidad. Pero es precisamente en esos momentos cuando se comienza a dar lo mejor que uno tiene dentro de si. Es en esos momentos cuando se marca la gran diferencia entre el mediocre y el triunfador. El triunfador siempre toma la decisión de seguir hacia delante sin importar los obstáculos y las circunstancias. Existe en él esa fe inquebrantable en sus posibilidades, en que algo más grande que él le está ayudando y guiando a lo largo del camino. Es el recurso intangible de la fe en sus sueños y posibilidades.

Comienza a alimentar la fe en ti mismo, en tus posibilidades y en tus sueños. Comienza a crear la sensación de estar “guiado” hacia tu destino. Necesitarás fe para creer en la posibilidad de que tus mayores sueños pueden convertirse en realidad. Puedes estar pensando ¿Cómo voy a ser capaz de ganar un millón de euros al año si hoy no tengo ni para pagar el recibo de la luz? ¿Cómo voy a poder crear un estado físico fuera de serie si apenas puedo subir dos tramos de escalera? ¿Cómo voy a poder crear una relación maravillosa si ya no existe apenas comunicación con mi pareja?… La respuesta es sencilla. Pon todo de tu parte y ten fe. Ten fe en que siempre existe un camino para hacer que las cosas sucedan cuando uno esta realmente comprometido.

Con esa actitud propia de los verdaderos triunfadores serás capaz de encontrar los recursos necesarios para convertir cualquier sueño que tengas en realidad. La fe es siempre el recurso definitivo para alcanzar el verdadero éxito y la realización.

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