A pesar de que muchas personas tratan de encontrar los “secretos” del éxito a su alrededor, solo existe un lugar donde buscar las claves para lograr grandes resultados. Y ese lugar es indiscutiblemente tu interior. Por supuesto que lo que sucede a nuestro alrededor nos puede influir, pero nunca olvides que tu tienes la capacidad de elegir la respuesta que das ante lo que te sucede. Por eso, sin importar cuales sean tus circunstancias en la vida, tu puedes ser siempre si te lo propones mucho más fuerte que todas esas circunstancias. Para mi existen 4 ingredientes fundamentales que bien entendidos pueden potenciar de manera increíble tus resultados en la vida. Esos cuatro ingredientes son:

1.-Conócete a ti mismo.
2.-Sé tu mismo.
3.-Amate a ti mismo.
4.-Comparte lo mejor de ti con los demás.

1.-Conócete a ti mismo.
Comienza a descubrirte en toda tu magnitud. Empieza a tomar conciencia de todo tu potencial. Date cuenta de cuales son tus puntos fuertes, y lo que es más importante, empieza a descubrir cuales son aquellos puntos en los que has de trazar un plan para ser mejor. ¿Cómo puedes trazar la mejor ruta hasta el destino que deseas si no sabes cual es tu punto de partida? Realmente es complicado. Muchas personas por esa falta de conocimiento de si mismos cometen una y otra vez los mismos errores en la vida. Errores que se podrían haber evitado con un sencillo ejercicio de reflexión personal para hacer “inventario” y crear un plan de acción adecuado para crecer personalmente.
A muchas personas les interesa demasiado la vida de los demás, y no prestan la atención que debieran a su propia vida. No cometas ese error. Tendrás una gran ventaja para avanzar hacia tus mayores objetivos cuando comiences a conocerte de verdad.

2.-Sé tu mismo.
Piensa por un instante en cualquier persona a la que verdaderamente admires. Te garantizo que no ha llegado a ese nivel de éxito a base de ser una simple copia de alguien. ¡No tengas miedo de ser tu mismo! Empieza a mostrar al mundo con orgullo que es lo que te hace único y especial. Ha llegado el momento de hacer sonar tu “melodía” única en la vida. Date cuenta que ser uno mismo requiere coraje. No permitas que alguien te coloque en un molde para que seas simplemente uno más en la multitud. Tú eres único y especial. Jamás ha nacido nadie como tu y no volverá nunca a haber nadie como tu. Date cuenta de la grandeza de esa frase que acabas de leer. ¡Eres algo irrepetible y excepcional! No permitas que tu música quede sin sonar en este mundo. Deja a un lado los falsos miedos o la “vergüenza” y sé tu mismo. Tus posibilidades de éxito se verán automáticamente multiplicadas. A una buena parte de los mayores realizadores en toda la historia de la humanidad al principio les llamaron “locos” o “chiflados”, pero después terminaron siendo héroes.

3.-Amate a ti mismo.
Los seres humanos tendemos a recriminarnos todo lo que no hacemos bien con mucha frecuencia. Pero no tomamos el mismo interés en felicitarnos cuando hacemos algo bien. No cometas este error. Empieza a quererte de verdad. No seas tu principal enemigo. Empieza a aceptarte con tus puntos fuertes y débiles. No somos máquinas, somos personas. Y como tales no somos infalibles. Pero lo que indiscutiblemente somos es la obra magistral de la creación. Hemos sido bendecidos con un equipamiento extraordinario y excepcional. Para que te hagas una idea de nuestra grandeza, algunos de los ordenadores más potentes que existen son capaces de procesar un billón de bits de información por segundo. Pero solo pueden hacerlo de manera secuencial, uno detrás de otro. ¡Nuestro cerebro procesa 4 billones de bits de información solamente de nuestros ojos, y lo hace procesando esos 4 billones de bits de información de manera simultánea cada instante que estás despierto! Y esa es solo una ínfima parte de nuestra grandeza.
Empieza a creer en ti mismo de manera absoluta. No importa el pasado. No importa haber fallado alguna vez. Cada instante de nuestra vida es una nueva oportunidad para comenzar de nuevo y crear una vida maravillosa y mágica. ERES UNA OBRA MAESTRA. Toma conciencia de una vez por todas de que has sido creado para la grandeza.

4.-Comparte lo mejor de ti con los demás.
No hay felicidad mayor que poder compartir lo mejor de nosotros mismos siendo útil a los demás. No existe mayor sensación de realización que la contribución. No seas egoísta y comparte tus dones y bendiciones con los demás. Seguro que hay algo en lo que puedes contribuir, algo a lo que puedes dedicar parte de tu tiempo o conocimientos. Hazlo. Cuando compartimos lo mejor de nosotros mismos, el principal beneficiado paradójicamente no es quien lo recibe. El premio es mucho mayor para quien da, y dando se siente verdaderamente útil. Existe algo especial en el hecho de dar lo mejor de nosotros mismos. No permitas que el mundo se pierda esa “magia” especial que solo tu puedes ofrecer. El efecto que tiene dar en tu actitud irá mucho más allá de lo que puedas imaginar. Comenzarás a generar una actitud mental de abundancia, que te hará sentir una sensación de realización mayor de la que nunca hayas experimentado.
Trabaja en estos cuatro puntos, que como ves dependen absolutamente de ti. Nada aquí depende de las circunstancias o tu mundo exterior. Estos son los verdaderos cimientos del éxito verdadero. Tu eres el punto de partida.

Deja un comentario