Thomas Edison solía decir: “si algo se está haciendo exactamente igual que hace 10 años, hay muchas probabilidades de que pueda mejorarse.”

Me parece una gran verdad. Veo constantemente a personas que parece que se han quedado estancadas mentalmente. Llegó un momento en su vida en el que o bien por pereza, o por creerse que ya lo sabían todo, dejaron de retarse a crecer, cambiar y mejorar. Pero esa filosofía de vida va justamente en la dirección contraria de lo que requerimos los seres humanos para sentirnos realizados: notar día a día que avanzamos, que mejoramos, que estamos generando avance hacia nuestros mayores sueños y aspiraciones.

Permíteme que te formule una pregunta: ¿tienes un plan establecido para ir generando avance y mejora en todas y cada una de las áreas importantes de tu vida? Porque si la respuesta a esta pregunta es no, ahí tienes la causa principal de por qué no estás consiguiendo la clase de resultados que te gustaría estar cosechando en tu vida. Siendo presa de tu zona de comodidad, nunca van a llegar esos resultados. No olvides nunca que los seres humanos llevamos incrustado en nuestra naturaleza ese afán de mejora continua. Y cuando no actuamos en esa dirección, ineludiblemente empezamos a sentirnos mal.

Afortunadamente, el remedio a esta situación es relativamente sencillo: tienes que poner en marcha un plan de mejora continua, que constantemente te enfoque en hacer brillar tu máximo potencial. Para cada una de las áreas importantes de tu vida, plantéate la siguiente pregunta:

¿Qué cosas puedo hacer este año para mejorar en esta área?

Y una vez determinadas todas esas cosas, desmenúzalas en un plan de acción detallado que te permita lograrlas.

Por ejemplo, cojamos el área de las finanzas personales y apliquemos este procedimiento. Pregúntate:

¿Que cosas voy a hacer durante este año para mejorar mis finanzas personales?

Y ante una pregunta clara y poderosa es inevitable que comiencen a llegar respuestas igualmente poderosas. Por ejemplo:

-Leer o asistir a algún curso sobre la materia.
-Dedicar todos los meses un porcentaje de mis ingresos al ahorro y comenzar a invertir.
-Eliminar todos los gastos superfluos e innecesarios.
-Etc…

Desmenuza cada uno de esos puntos en una serie de tareas concretas y ya tienes establecido un programa de mejora continua en esa área.

Como ves, los grandes cambios positivos siempre llegan a través de apilar pequeñas decisiones y acciones consistentemente. Adopta la mentalidad de una mejora continua y sin fin en todas las áreas importantes de tu vida, y dentro de unos pocos meses no podrás creer la revolución positiva que se habrá generado en tu vida.

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